Guía COMPLETA para administrar tus finanzas personales en 2024
Guía COMPLETA de (2024) para gestionar tus finanzas personales
Administrar bien tus finanzas personales es algo crucial, ya que puede marcar la diferencia entre vivir en un presente inundado de deudas y con un presupuesto apretado, o tener tu bolsillo sano y buenas perspectivas de futuro.
Y créenos, está en tus manos poder vivir más tranquilo.
En esta guía te contamos qué son las finanzas personales y por qué es tan importante que las tengas en cuenta. Además, te damos algunos consejos que te ayudarán a organizarte, te explicamos cuáles son los errores más comunes a la hora de gestionar tus finanzas, y en último lugar te recomendamos algunas aplicaciones y libros que son muy útiles para administrar tus recursos.
¡Vamos a por ello!
Qué son las finanzas personales
Todos sabemos lo que son las finanzas... Menuda pregunta, ¿verdad?
Pero nunca está de más recordar ciertos conceptos que estamos demasiado acostumbrados a escuchar, y de esta manera, afianzarlos.
La palabra finanzas como tal hace referencia a una rama de la economía que estudia las transacciones y la administración del dinero y de los bienes, tanto de las empresas, como de los gobiernos e individuos.
La palabra finanzas como tal hace referencia a una rama de la economía que estudia las transacciones y la administración del dinero y de los bienes, tanto de las empresas, como de los gobiernos e individuos.
En línea con esta definición, no sólo las empresas se tienen que preocupar de sus finanzas, sino que también deben de hacerlo los individuos.
Y es en este punto en el que nos queremos detener, ya que es aquí donde entran en juego las finanzas personales.
Con este término nos estamos refiriendo a la gestión y administración del dinero y bienes por parte de un individuo o de toda una familia. Es decir, la administración de los ingresos, gastos, fondos de ahorro, bienes inmuebles, muebles, seguros, créditos, inversiones, etc.
Las finanzas personales hacen referencia a la gestión y administración del dinero y bienes por parte de un individuo o de toda una familia. Es decir, la administración de los ingresos, gastos, fondos de ahorro, bienes inmuebles, muebles, seguros, créditos, inversiones, etc.
Por lo tanto, si quieres administrar tu dinero de forma óptima, es necesario que seas consciente de todo el dinero que entra y sale de tu bolsillo, es decir, de tu nómina, los bonus, el dinero que obtienes por rentas, los dividendos que te llegan, así como de las deudas, los seguros, etc.
Pero las finanzas personales van más allá.
Además de saber exactamente todo lo que ingresas y gastas, debes administrar tus recursos adecuadamente para poder cumplir con los objetivos que te marques en la vida, tanto a corto, a medio como a largo plazo.
¿Quieres ser capaz de gestionar tus finanzas personales y alcanzar todos tus objetivos?
¡Pues entonces sigue leyendo!
Para qué sirven las finanzas personales
Cuando consigas administrar tus recursos de una forma óptima, vivirás mucho más tranquilo, ya que contarás en todo momento con el dinero que necesites.
Serás consciente de tu situación económica actual, y esto te permitirá tomar decisiones alineadas con tus objetivos a medio y largo plazo.
Aunque tampoco se trata de que te vuelvas loco, sino de que asumas el control de tus recursos.
De hecho, si gestionas adecuadamente tu dinero, puedes llegar a multiplicar tus ingresos.
Pero para ello, debes tener claros tus propósitos en la vida, tanto en el ámbito familiar como personal (tendrás que ser consciente de los gastos familiares en relación con la alimentación, vestuario, la formación de tus hijos, el transporte, el ocio, prever un ahorro para imprevistos, etc.)
Esto no se acaba aquí. También debes ser consciente de tus planes a largo plazo, como la realización de ciertas inversiones para obtener rendimientos en un futuro, contar con ingresos para el momento de la jubilación, la compra de bienes inmuebles para obtener rentas, etc.
De esta manera, podrás definir cuáles son tus prioridades y necesidades de consumo, tanto las tuyas personales como las de tu familia. Así, serás capaz de disminuir los gastos innecesarios que puedan comprometer, de cierta manera, tus objetivos.
Y es importante que tengas claro que no es necesario tener mucho dinero para empezar a administrar tus recursos correctamente. La gestión de las finanzas personales es importante para todo el mundo.
Consejos para mejorar tus finanzas personales
Ahora llega la mejor parte, ya que te vamos a dar unos consejos muy buenos para que puedas implementar nuevos hábitos en la gestión de tus recursos.
Como veníamos diciendo, es muy importante que planifiques tus finanzas personales de la misma forma que ideas tus acciones de cada día.
De esta forma, lograrás ser autosuficiente, adquirirás la ansiada libertad financiera que todos buscamos, y poco a poco verás los grandes beneficios que trae una correcta administración de tus finanzas.
Dicho esto, ¡empecemos!
Es imprescindible que sepas cuál es tu situación financiera actual
Para ello, debes saber cuánto dinero ingresas y cuánto dinero gastas.
De esta forma, te darás cuenta de cuáles son los aspectos de tus finanzas que estás descuidando y cuáles no.
Una vez tengas claro esto, podrás decidir en cuáles deberías centrar tu atención para mejorarlos.
Gasta menos de lo que ganas
Parece obvio, pero hay mucha gente que no lo cumple.
Debes intentar cumplir con esta premisa para garantizarte “un colchón” en caso de que te encuentres con alguna contingencia.
Si consigues ahorrar, podrás invertir parte de tus ingresos y así sacarles mayor provecho. En caso de que no tengas conocimientos sobre cómo realizar inversiones, te recomendamos que contrates a un buen asesor financiero.
Márcate objetivos de ahorros
No significa que tengas que vivir ahogado pensando en ahorrar constantemente, simplemente dimensiona tus posibilidades de ahorro en función de tus ingresos y tus gastos.
Los objetivos de ahorro tienen que ser ambiciosos pero conseguibles.
De esta manera, lograrás tener el dinero suficiente para alcanzar las metas que te propongas. Por ejemplo, si lo que quieres es emprender tirando de tus ahorros, tendrás que pensar que quieres ahorrar “x” para poder lanzar tu negocio en un año.
Diseña un presupuesto
De esta forma, vivirás dentro de tus posibilidades y ahorrarás lo suficiente para alcanzar todos tus objetivos a largo plazo.
Separa tus gastos
Una vez hayas establecido un presupuesto, si es posible, separa tus gastos en diferentes cuentas bancarias para así poder llevar un mejor control de los mismos.
Para que lo entiendas mejor, te dejamos una lista con las diferentes partidas que podrías separar:
Gastos fijos: deberían estar en una cuenta independiente y en una tarjeta separada.
Gastos personales (como el ocio, las compras, etc): también deberían estar en otra cuenta y asociados a otra tarjeta.
Ahorro en función de tus objetivos: deberían estar en una cuenta separada, pero no en una tarjeta.
Imprevistos: debes dejar algo de dinero para circunstancias imprevistas. Puedes tenerlo en tu cuenta de gastos fijos, pero si es posible, mejor mételo en una cuenta separada.
No obstante, si prefieres no tener que abrirte tantas cuentas, dale la prioridad a separar los gastos fijos, personales y el ahorro, antes que los imprevistos.
Revisa diariamente tus cuentas bancarias
No significa que tengas que estar todo el día mirándolas, sólo tienes que dedicar unos minutos cada día.
De esta manera, podrás ver los movimientos que se han hecho y constatar que todo está en orden.
Te aconsejamos que lo revises por la mañana, ya que si te percatas de alguna extracción incorrecta, podrás actuar rápidamente.
Medita tus compras
Hay ciertas compras habituales, como el supermercado, cuyo gasto ya lo tienes interiorizado y sabes más o menos cuánto te dejas al mes.
No obstante, las compras más esporádicas, es decir, aquellas que no son habituales, debes meditarlas.
Plantéate si la adquisición es realmente necesaria, si existen otras alternativas, etc. No seas impulsivo, ya que en la sociedad de consumo actual es muy fácil caer en las tentaciones.
No nos estamos refiriendo a que no puedes darte caprichos, sólo a que cuando lo hagas, lo hagas con cabeza.
Controla tus gastos
Puedes llevar a cabo este control de manera mensual o semanal, según como sientas que te organizas mejor.
Y recuerda que debes analizar los gastos en función de cuáles sean los objetivos que te has marcado, es decir, teniendo claro cuál es tu presupuesto.
Será útil si haces esta tarea de una forma crítica, es decir, comparando los gastos de un mes o semana con el mes o semana anterior. De esta forma, podrás valorar en qué podrías pivotar y encontrar mejores alternativas.
Adquiere una educación financiera
Nos estamos refiriendo a que es imprescindible que te informes del mundo de las finanzas y que adquieras buenos conocimientos sobre el tema.
Si ahora mismo no quieres invertir dinero en ello, puedes empezar a informarte leyendo blogs, libros, así como escuchando podcasts que te aportarán nuevas visiones y te darán buenos consejos sobre finanzas personales.
No obstante, si quieres profundizar en el tema, te recomendamos que busques buenos cursos, acudas a conferencias, etc. y que inviertas algo de dinero en entender bien las finanzas.
Haz que tu dinero trabaje para ti
Saca la máxima rentabilidad posible de tus recursos, mediante inversiones, alquiler de propiedades, etc. De esta forma, ganarás dinero de forma pasiva.
No es fácil, pero es posible, y para ello es crucial una buena educación financiera.
Dicho esto, existen diferentes fuentes de ingresos. Es importante que diversifiques para no poner “todos los huevos en la misma cesta”:
Proyectos digitales
Este tipo de inversión hará posible que, si lo haces bien, añadas un plus a tu fuente principal de ingresos. Pero es necesario que no requiera de una inversión en tiempo muy alta. Algunos ejemplos son: infoproductos, ebooks, guías, etc.
Invertir en otros proyectos
Se trata de una fuente de ingresos en la que debes tener en cuenta el capital que se requiere y del que dispones. En este caso, inviertes en capital y recibes un retorno de la inversión (o no). Para ello, es necesario que conozcas el proyecto en el que te estás metiendo y que puedas estudiar si puede llegar a funcionar o no. Obviamente asumes un riesgo, pero mientras sepas en lo que inviertes, te estarás arriesgando “algo menos”.
Invertir en bienes inmuebles
Suele requerir de una descapitalización muy alta. En este caso, el retorno de la inversión depende de coyunturas externas, de la inflación, etc.
Depósitos bancarios
En este caso, hay que ver cuál es la rentabilidad y las comisiones. Debes comprometerte a no tocarlos por unos años, con ciertas excepciones. Siempre tendrás que analizar si es rentable o no.
Invertir en bolsa
Hay gente que saca mucho dinero de ello, pero es un campo muy fluctuante y en el que asumes mucho riesgo. Para invertir en bolsa es imprescindible que sepas mucho sobre ello y que tengas experiencia en este ámbito. Ante todo, debes saber de cuánto capital dispones y estar dispuesto a perderlo. En este caso, viene muy bien contar con un asesor financiero.
Además, está bien diversificar en las empresas y en los productos donde inviertes.
Crowdfunding
Se trata de participar en la financiación de proyectos a través de una plataforma especialmente diseñada para este tipo de inversiones. En este caso, el riesgo se disipa, ya que participan muchas personas. Si la idea resulta exitosa, puedes conseguir acciones del negocio, una recompensa, etc.
Bonos y obligaciones del Estado
Son valores emitidos por el Tesoro a un plazo superior a dos años que sirven para materializar títulos de deuda. El emisor se compromete a devolver el capital principal más intereses. En el caso de los Bonos del Estado, el plazo de devolución oscila entre 2 y 5 años, mientras que en las Obligaciones del Estado el plazo es superior a 5 años.
Mercado de divisas
Es un mercado mundial y descentralizado en el que se negocian divisas. En este caso, como decíamos en el caso de las inversiones en bolsa, es imprescindible que sepas mucho sobre ello y que tengas experiencia en este ámbito. Viene muy bien contar con un asesor financiero.
Por lo tanto, dependiendo de tu formación, de tu capital y del riesgo que puedas (o quieras) asumir, deberás elegir la forma de inversión que más te convenga.
Los 6 errores más comunes en las finanzas personales que tú debes evitar
https://www.youtube.com/watch?v=xPAEAA2gb08
Si quieres empezar a gestionar bien tus finanzas personales, dejar de tener problemas para llegar a fin de mes, o si quieres que todas tus metas financieras se cumplan, es necesario que seas consciente de los errores típicos en los que incurre la mayoría de la gente.
De esta manera, vas a ser capaz de evitarlos, o si ya los estás cometiendo, vas a ser capaz de enmendarlos.
Pero ante todo, es necesario que abras la mente y que te desprendas de aquellos pensamientos limitantes que te introduce la sociedad respecto a ciertos temas de los que hablaremos a continuación.
Después de leer lo que te contamos, es el momento de decidir si quieres aplicar o no estos consejos.
Así que ¡toma nota!
1. No vivas de créditos
Esto va en línea con el consejo que te hemos dado en el apartado anterior, y consiste en que no gastes más dinero del que tienes.
Si lo haces, acabarás pidiendo préstamos y pagando intereses por ellos, y te verás encerrado en un círculo vicioso del que es difícil salir.
Así que antes de gastarte más dinero del que tienes, valora bien el préstamo que estás solicitando. Es necesario que tengas en cuenta los intereses que te piden por él, y que tengas claro durante cuánto tiempo vas a tener que estar pagándolo.
Si te endeudas muy por encima de tus posibilidades, puedes acabar pidiendo financiaciones para pagar la propia deuda. Es decir, vas a acabar ahogándote en tus deudas.
Siempre que pidas un préstamo, establece un plan bien definido sobre el dinero que necesitas ir ahorrando para hacer frente al mismo.
2. Ten muy en cuenta los gastos hormiga
Nos referimos a esos gastos más pequeños que a medio y largo plazo suman bastante, como las comidas fuera de la oficina, las suscripciones a aplicaciones, las revistas, etc.
Para ello, calcula cuánto acabas gastándote anualmente en ellos y baraja si realmente te compensan.
3. No dejes de hablar de la economía doméstica con tu familia
No tiene nada de malo el hecho de establecer un plan financiero conjuntamente. De hecho, es más que aconsejable. De esta forma podrás evitarte muchos disgustos, y cada miembro de la familia será consciente de lo que puede gastar.
4. Piensa bien si quieres alquilar o hipotecarte
En este punto nos metemos en un tema bastante sensible, ya que existe gente fan de una modalidad y gente fan de la otra.
Pero para decidir por cuál te decantas, es necesario que tengas claros los pros y contras de cada una de estas modalidades. Y no estamos diciendo que una sea mejor que otra, simplemente que en función de la situación económica y laboral de cada uno (si tienes un trabajo estable o no, etc.), puede convenir más alquilar o comprar.
Alquiler:
PRO: permite una mayor flexibilidad. No tienes ataduras por haber firmado un contrato de hipoteca con un banco, y además no tienes que hacer frente a gastos extra que tendrías que asumir en el caso de que contrajeras una hipoteca (el IBI, el seguro, los gastos de comunidad, etc).
CONTRA: No es tu casa, y además dependes del tipo de contrato que firmes y del propietario. Tienes que vivir en tu casa bajo las condiciones que se establezcan en el contrato, y pasado el tiempo por el que has firmado, el propietario puede reclamar la casa o subirte el alquiler.
Hipoteca:
PRO: es tu propiedad, por lo tanto puedes hacer lo que quieras con ella.
CONTRA: supone una mayor atadura. Firmas un contrato con el banco, y esto implica que tendrás que amortizar la hipoteca, aparte de que tendrás que hacer frente a los gastos de comunidad, IBI, seguro, etc. Por ello, es muy importante que si optas por esta modalidad, valores con qué entidad constituir la hipoteca, ya que la cuota, el tipo de interés, las cláusulas, etc. pueden variar. No te centres únicamente en la cantidad que pagarás mensualmente. Ten una visión más global de lo que pagarás anualmente en función de los impuestos, etc. A veces la opción más barata al mes, no es la mejor.
Este es un tema muy complejo y lo hemos resumido de una forma muy simple, pero hay que analizarlo con mucho detenimiento para entender bien cuál es la mejor opción en tu caso.
5. Piensa en la jubilación
Quizás ahora mismo pienses que está muy lejos, pero no lo está. Así que empieza a pensar en ahorrar algo de dinero para cuando dejes de trabajar.
6. Diversifica tus ingresos
No caigas en el error de no diversificar tus fuentes de ingresos.
Además de tu salario, piensa de qué forma puedes invertir tus ahorros. De esta manera, podrás lograr que el dinero trabaje para ti y multiplicarás tus ingresos.
Aplicaciones para controlar las finanzas personales
No podía ser de otra manera. Con la aparición de las nuevas tecnologías y el avance en el uso de las aplicaciones móviles, a día de hoy existen muchas plataformas que te pueden ayudar a gestionar tus finanzas personales a diario.
Sabemos que es muy difícil dar con la mejor aplicación. Por eso, te vamos a aconsejar varias.
No obstante, si crees que nos falta por mencionar alguna app, te animamos a que nos lo digas en los comentarios.
Ahí van:
Fintonic
Esta app disponible para Android e iOS permite la gestión de cuentas y de productos financieros. Lo único que tienes que hacer es instalarla, introducir tus cuentas bancarias e ingresar todos los movimientos que vas haciendo. No tienes que hacer nada más, ya que la propia app se encarga de organizar los gastos y categorizarlos.
Mint
Es una de las aplicaciones más recomendables. Está disponible para Android e iOS, y permite gestionar las finanzas personales ya que te recuerda cuando tienes que realizar pagos, clasifica los gastos, crea gráficos para que entiendas el flujo de dinero, etc. Además te ayuda a alcanzar los objetivos económicos que establezcas.
Toshl Finanzas
De la misma forma que las apps anteriores, esta aplicación te permite tener un mejor control sobre tus gastos, ya que crea presupuestos y además muestra gráficos que se pueden exportar a Excel, Word, Google Docs, a archivo de texto y a PDF. Cuentas con una versión gratuita y con otra de pago. Está disponible, tanto en la App Store como en la Play Store.
Monefy
Es una app que está disponible para iOS y Android, y es perfecta para aquellas personas que prefieren no compartir su información financiera con terceros. Debes ingresar todos tus gastos y tus ingresos de forma manual. Te muestra gráficos, informes periódicos y hace presupuestos con copias de seguridad para Dropbox.
Moneypro
Es una app disponible para iOS y Android que permite llevar un control de los gastos por categoría de manera manual, crear presupuestos, ver diferentes archivos, almacenar la información en la nube (si te suscribes) y realizar una agregación bancaria (también bajo suscripción).
Walletapp
Es una app disponible para iOS y Android que permite categorizar gastos de forma manual, crear presupuestos, clasificar gastos en aquellos que han merecido la pena o no, y además, bajo suscripción, puedes compartir los gastos con grupos.
Splitwise
Es una app en la que puedes apuntar todos los gastos compartidos con otras personas y divide lo que debe cada uno de forma automática.
Los 5 mejores libros de finanzas personales
Ya te veníamos diciendo que la educación financiera es imprescindible para vivir mucho más tranquilo, y no hay mejor forma de aprender que engullendo libros.
De hecho, ¿no te ha pasado alguna vez que leyendo un libro sientes que tu cabeza “hace click”? De alguna forma, ese libro te cambia radicalmente la manera en la que percibes el tema sobre el que habla.
A continuación te vamos a recomendar algunos libros que pueden marcar un antes y un después en tu forma de entender las finanzas personales.
¡Allá vamos!
Padre rico, padre pobre de Robert T. Kiyosaki
Es el libro de finanzas personales número uno a nivel mundial, ya que cambia la forma en la que percibes el dinero y te enseña cómo puedes multiplicar tus ingresos.
El hombre más rico de Babilonia de George S. Clason
Es un libro que te permitirá triunfar en el terreno financiero. Es perfecto tanto para gente experta, como para aquellos que aún son novatos en el tema, ya que explica las reglas básicas de la economía surgidas en Babilonia de una forma muy llevadera.
Dinero: domina el juego de Tony Robbins
Es un libro que te enseñará siete sencillos pasos para controlar plenamente tus finanzas y lograr la libertad financiera, es decir, el punto en el que ya no necesitas trabajar para poder vivir. El libro te ayudará a aprovechar oportunidades y a no cometer los típicos errores que comete la mayoría de la gente a diario.
Piense y Hágase Rico de Napoleón Hill
Este autor estuvo más de 20 años investigando a los hombres más ricos de su época, y aprendió el secreto de la riqueza del famoso empresario y escritor Andrew Carnegie (un multimillonario que hizo millonarios a aquellos a los que enseñó su sabiduría).
El Código del Dinero de Raimon Samsó
Este libro te ayudará a alcanzar la libertad financiera, a estar al mando de tu economía y hacerla prosperar.
Con todos estos consejos que te hemos dado, estarás mucho más cerca de alcanzar tu libertad financiera.
Podrás ser consciente de todo lo que entra y sale de tu bolsillo y usar este conocimiento a tu favor para poder maximizar tus ingresos y eliminar o disminuir drásticamente todos los gastos innecesarios.
Esperamos que te animes y que desde hoy empieces a gestionar tus finanzas personales.
Ahora la pregunta es: ¿quieres ser el dueño de tus finanzas y hacer que tus ingresos se multipliquen?
¡Pues adelante!
¿Bucas algo en concreto?
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