Todos pasamos por distintas etapas en nuestra vida en las que nos preguntamos si debemos ampliar nuestra formación con un máster o cualquier programa de posgrado con el propósito de parecer más expertos en algo, especializarnos, mejorar nuestro cv, relanzar nuestra carrera o resultar más atractivos en el mercado laboral.
Pero deja que te demos un consejo: no te engañes. Lo que importa realmente no es gastar miles de euros en un máster cuyo nombre dé más prestigio que lo que realmente vayas a aprender. La titulitis puede que mejore nuestros currículums a primera vista, pero esa medida cortoplacista no será la que te lleve a lo más alto (si es eso lo que estás buscando).
En España sufrimos, con respecto al resto de Europa, uno de los peores males: la titulitis. Que llamada formalmente sobrecualificación en jóvenes españoles, nos coloca en el tercer puesto dentro de la Unión Europea. Esto implica, según datos del Instituto Nacional de Estadística, que cerca del 65% de los jóvenes desarrollan un trabajo que no requiere el nivel educativo que han alcanzado.
Por otro lado, en nuestro país se puede llegar a invertir de 4.000 a 80.000 € en un máster, una inversión que en muchos casos no ofrece nunca su retorno, ya que el salario medio de un joven cualificado entre 25 y 29 años no supera los 15.900 €.
Igualmente, en el mercado laboral español existe un importante desajuste entre la formación que proporcionan los centros educativos y los requisitos o perfiles que demandan las empresas. De manera que, a pesar de tener una alta tasa de paro, no es sencillo encontrar talento actualizado y experto en el mercado. Una consecuencia más de esa cultura del “estudiar por estudiar” que nos han inculcado, o del gran mal de asociar la marca personal de uno a la de una prestigiosa escuela.
Un máster y muchas herramientas para pasar al siguiente nivel
Si con estos reveladores datos (que ya es bastante) no te has convencido, entonces todavía hace falta que te explique que existe una oferta desorbitada de másteres que, bajo nombres de prestigiosas escuelas, ofrecen inmensos textos teóricos que ya te sabes de memoria y no te aportan ningún valor, rigidez de horarios imposibles de compaginar con tu trabajo o proyecto y muy pocas herramientas para poner en marcha los verdaderos retos que estás dispuesto a asumir.
Porque si lo que estás buscando es pasar (de verdad) al siguiente nivel, ser un empresario de éxito, convertirte en un joven talento con mucho que ofrecer o adquirir la base necesaria como para ser realmente un experto ultra actualizado, entonces no te hacen falta miles de euros, padecer titulitis o asociar tu marca personal con la de una escuela con mucho nombre.
Lo único que necesitas es estar en contacto directo con los fundadores de las compañías más exitosas, acercarte a un contenido que añada valor a tu perfil y generar conversación y debate con la comunidad de empresarios de éxito del futuro.
La clave no es pagar por un título, sino aprender con los que ya han triunfado para posicionarte y liderar las empresas del mañana.
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