¿Has escuchado de los cuatro acuerdos?
Se trata de un libro que ha sido uno de los mayores éxitos literarios de los últimos años. El libro publicado por Miguel Ángel Ruiz, escritor y orador mexicano, describe los cuatro acuerdos de la cultura tolteca, cuatro pilares simples pero invaluables para el bienestar personal y espiritual.
SIN EMBARGO, los principios de este libro son perfectamente aplicables en el entorno laboral. Y funcionan de maravilla para mejorar la comunicación, el trabajo en equipo y la productividad y, a su vez, para propiciar un ambiente de trabajo amigable, armónico y productivo.
¿Quieres mejorar tu desempeño y mejorar la atmósfera de tu espacio de trabajo? Entonces, vamos a descubrir en qué consisten los cuatro acuerdos y cómo aplicarlos en las empresas.
¿Qué son los cuatro acuerdos?
Miguel Angel Ruiz publicó Los Cuatro Acuerdos en 1997, consiguiendo un éxito rotundo a nivel mundial.
Sin embargo, para su publicación, reunió los cuatro acuerdos de la cultura tolteca, una cultura mesoamericana anterior a la llegada de los europeos que formó parte de la cultura azteca, desde el año 600 d. C. hasta el 1200 d. C.
En esta cultura, reinaban cuatro principios fundamentales:
Se impecable con tus palabras.
No tomes nada como personal.
No adivines ni supongas.
Haz siempre lo máximo lo mejor posible.
I
Estos cuatro acuerdos se enfocan a vivir en armonía con nosotros mismos y con nuestro entorno.
En lugar de verse como reglas a seguir, pueden interpretarse como objetivos para el crecimiento personal y espiritual. Y además, como base para convivir en paz con quienes rodean.
Estos acuerdos son ideales para manejar momentos y situaciones difíciles sin perder la compostura, priorizando la humildad, la modestia, la buena comunicación y la voluntad de crecer.
En la práctica, los cuatro acuerdos pueden aplicarse a todo tipo de situaciones y entornos difíciles, incluyendo el entorno laboral y empresarial, y son invaluables para la resolución de conflictos. Y es por eso que este libro se ha popularizado tanto en el mundo profesional.
Pero ¿cómo aplicar los cuatro acuerdos en el trabajo?
En la práctica, los cuatro acuerdos pueden aplicarse a todo tipo de situaciones y entornos difíciles, incluyendo el entorno laboral y empresarial, y son invaluables para la resolución de conflictos. Y es por eso que este libro se ha popularizado tanto en el mundo profesional.
Los conflictos, discusiones y problemas de comunicación son inherentes a los espacios de trabajo. Sin embargo, muchos suelen evitarlos a toda costa o no manejarlos de la mejor manera.
Para llevarlos a la práctica, puedes hacerte las siguientes preguntas:
¿Cómo se manejan las situaciones difíciles dentro de mi empresa?
¿Qué se puede aprender de cada situación?
¿Cómo puedo mejorar mi entorno laboral?
¿Cómo puedo propiciar un ambiente de trabajo satisfactorio?
Y en lo personal, puedes preguntarte lo siguiente:
¿Qué aspectos puedo mejorar al comunicarme con los demás?
¿Mi comportamiento afecta a otros de forma negativa?
¿Qué aspectos personales puedo y necesito trabajar?
Desde luego, puedes plantearte un sinfín de preguntas a partir de los cuatro acuerdos. Y es por eso que son tan simples pero efectivos en tantos entornos.
Dicho todo esto, veamos cómo se pueden implementar cada uno de los cuatro acuerdos por separado.
Primer acuerdo: sé impecable con tus palabras
El lenguaje es la pieza clave de la comunicación y del pensamiento en sí, y las palabras son la base de la comunicación y del lenguaje.
Las palabras son capaces de transmitir ideas, pensamientos, perspectivas, reflejar emociones, manifestar argumentos, estrechar lazos e iniciar discusiones.
Por tanto, las palabras son primordiales en todos los ámbitos de la vida diaria, ya sean familiares, personales o profesionales.
Por tanto, tienes que saber escoger tus palabras con prudencia e impecabilidad.
Consejos para aplicar este acuerdo:
Ahora bien, para ser impecable con tus palabras, recuerda:
Habla con honestidad: siempre es indispensable, tanto para comprometerte como para asumir tus errores. También para reconocer los logros de los demás.
Nunca dejes de escuchar: porque la escucha activa es invaluable para comunicarte de forma efectiva. Muchas discusiones se dan por no saber o no querer escuchar. Además, tus interlocutores siempre valorarán que los escuches.
Habla con sinceridad: para manifestar lo que piensas con honestidad, lo que aceptas y lo que no. También para que la mentira desaparezca de tu entorno. Ahora bien, recuerda, la sinceridad no es solo decir la verdad sino saber cómo decir la verdad.
Sé prudente: siempre, siempre ten cuidado con lo que dices y con las palabras que dices. Silencia las críticas destructivas y elimina las agresiones y los ataques de tu lenguaje.
Recuerda la cortesía: porque la cortesía siempre es bienvenida. Aunque algunos las consideran anticuadas o innecesarias, las palabras de cortesía marcan una gran diferencia.
Y por último, pero no menos importante: evita chismes y rumores a toda costa.
Segundo acuerdo: no tomes nada como personal
Aplica tanto para las situaciones y reveses como para los comentarios y críticas en tu entorno de trabajo. Y en este acuerdo, la empatía juega un papel vital.
Tienes que recordar que todos somos diferentes. Por tanto, no todos compartirán tus puntos de vista ni estarán de acuerdo con tus argumentos. Y en la gran mayoría de los casos, eso no significa que tengan algo contra ti. Ni mucho menos que el mundo está contra ti.
Del mismo modo, cada quien atraviesa por diferentes circunstancias que pueden disparar todo tipo de emociones negativas. Y no por ello son tus enemigos. Puede que solo pasen por un mal momento.
Entender que cada persona tiene una perspectiva diferente es primordial para ponerse en los zapatos del otro y evitar desacuerdos. Y saber respetar esas diferencias es vital para las relaciones humanas, especialmente si hablamos de un espacio de trabajo sano.
Consejos para aplicar este acuerdo:
Sé abierto: acepta y escucha las críticas constructivas, incluso cuando no sean agradables o fáciles de escuchar. Recuerda que todos tienen diferentes opiniones.
Sé empático: presta atención si alguien de tu entorno atraviesa por un mal día o una situación difícil y ten empatía. Recuerda ponerte en el lugar de los demás. Intenta comprender sus situaciones, razones y perspectivas e intenta hablar de forma positiva, cuidadosa y acertada.
Tercer acuerdo: no hagas suposiciones
De nuevo, la comunicación asertiva, la honestidad y la transparencia son claves para las relaciones dentro y fuera del espacio de trabajo.
Las suposiciones llevan a los prejuicios. Los prejuicios son un ingrediente clave para los malentendidos. Y los malentendidos suelen generar discusiones y conflictos.
Por otra parte, las suposiciones pueden tomarse o convertirse en rumores y traerte problemas. Desde luego, todas estas situaciones pueden ser causantes de malestares y sufrimientos.
Y al evitarlas, también evitarás malas interpretaciones y conflictos innecesarios y establecer mejores vías de comunicación.
Consejos para aplicar este acuerdo:
Comunícate con claridad: la ambigüedad es enemiga de la comunicación. Procura hablar con claridad y transparencia. En vez de asumir que te han entendido, asegúrate de que tu interlocutor te escuche y entienda para evitar inconvenientes.
Haz preguntas: busca las respuestas y las aclaraciones que necesites de forma activa. Preguntar directamente te ayudará a evitar confusiones, aclarar rumores y malentendidos y recibir explicaciones cuando las necesites. Pregunta a los miembros de tu equipo si te han entendido o no.
Cuarto acuerdo: haz siempre lo máximo que puedas
Para muchos, este es el más importante de los cuatro acuerdos. Este se basa en dar tu mejor esfuerzo en todas las situaciones, sin importar el resultado final, y sin importar la adversidad.
Dar lo mejor de ti te brindará la tranquilidad y satisfacción de saber que hiciste todo lo posible, que diste tu mejor esfuerzo y sobre todo: que puedes seguir creciendo.
Puedes aplicar este acuerdo a tu propio crecimiento personal. Y si haces siempre lo mejor. que puedas para evolucionar constantemente, gozarás de más tranquilidad, y más inteligencia para lidiar con situaciones difíciles, incluso dentro de tu empresa.
Ahora bien, el nivel de esfuerzo varía según las circunstancias, por lo que tienes que tener claro que no siempre darás el 100 %. Lo importante es nunca dejar de esforzarte en mejorar.
Consejos para aplicar este acuerdo:
Establece metas realistas y alcanzables: las metas pequeñas son mucho más manejables y fáciles de lograr. Está bien fijarse metas altas, pero demasiada ambición puede dejarte una sensación permanente de insatisfacción e inconformidad.
Administra tu tiempo: la organización es clave para aprovechar mejor el tiempo y las energías.
Celebra tus éxitos: la actitud positiva es invaluable para poner en práctica este acuerdo. Para alimentar y mantener una actitud positiva, también tienes que recompensarte y darte la oportunidad de celebrar tus logros, ya sean pequeños o grandes.
Sé disciplinado: la constancia no solo se basa en el entusiasmo, sino en la disciplina para seguir esforzándote incluso aunque tu entusiasmo no esté en su tope.
La filosofía Kaizen
Este acuerdo encaja a la perfección con la frase: «ser mejor que ayer» o «cada día mejor que ayer» que a su vez, encaja con la filosofía Kaizen, una filosofía japonesa basada en la mejora continua y constante.
En otras palabras, un sistema de mejora enfocado en las mejoras pequeñas y progresivas que producen grandes resultados a largo plazo.
Este enfoque se basa en la progresión personal, la evolución y el crecimiento a través del tiempo en lugar de la perfección instantánea y la inmediatez. Por tanto, es un excelente recurso para poner en práctica los cuatro acuerdos, especialmente el último.
Consejos para poner en práctica los 4 acuerdos en las empresas
Por último, te brindaremos algunos tips para implementar los cuatro acuerdos dentro –y fuera– de tu espacio de trabajo.
1. Presenta los cuatro acuerdos a los miembros de tu equipo
Si todos los miembros de tu equipo conocen los cuatro acuerdos, será más fácil mantener al equipo en sintonía.
Puedes presentar y fomentar los cuatro acuerdos a tu equipo, tanto el libro como nuestros consejos para ponerlos en práctica.
También puedes discutir dinámicas sobre los acuerdos y cómo implementarlos dentro del espacio de trabajo, ya sea a través de dinámicas grupales o reuniones.
2. Practica y fomenta la retroalimentación
Puedes discutir dinámicas sobre los acuerdos y cómo implementarlos dentro del espacio de trabajo, ya sea a través de dinámicas grupales o reuniones.
Al principio, las reuniones pueden parecer difíciles, pero a la larga abrirá y mejorará la comunicación dentro de tu empresa y facilitará la implementación de los cuatro acuerdos.
3. Reconoce el buen trabajo
La mejor manera de incentivar a tus colegas o empleados a dar su mejor esfuerzo es hacerlo a través del reconocimiento, la gratitud y la recompensa.
Comunica abierta y públicamente tus agradecimientos, así como tus reconocimientos a otros. Y de ser posible, intenta premiar el buen trabajo cuando sea posible.
Esto genera un ambiente de trabajo mucho más proactivo, dinámico, alegre y funcional. Además, también fomenta la sana competencia. Dicho de otro modo, los miembros del equipo se sentirán más motivados a dar lo mejor de sí.
I
Momento de implementar los cuatro acuerdos
Hora de pasar a la acción.
Sigue estos consejos y no solo podrás implementar los cuatro acuerdos en tu empresa, sino que promoverás un ambiente de trabajo más sano, eficiente y productivo. Así, contarás con un equipo más animado, mejor comunicado y mucho más productivo.
Y recuerda, los cuatro acuerdos de la cultura olmeca se basan en el desarrollo y la evo
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