Diseñar es un reto enorme que paraliza en algún momento a todo emprendedor: ¿será mi diseño lo suficientemente bueno? ¿Transmitirá de forma efectiva mi mensaje? ¿Estará acorde con mi marca o negocio?». 

También hemos pasado por ahí, entendemos la gran importancia que tiene el diseño en nuestro negocio, por esa razón nuestros diseñadores tienen un lugar ganado en nuestro corazón. 

Conseguir que un diseño además de verse profesional, sea funcional y esté acorde con los valores y estética de tu negocio podría parecer un reto. 

Y como lo que queremos es hacerte la vida más fácil y llevadera, decidimos recopilar los tips más esenciales para que puedas diseñar tu logotipo o identidad visual por tu cuenta y sin contratiempos. 

¿Qué es una identidad visual?

Hablemos de identidad visual como el universo de piezas gráficas y visuales que le dan vida y forma a tu negocio o empresa. Nos gusta referirnos como identidad a lo que va más allá de tu logotipo. 

Si todavía el ejemplo es un poco confuso para ti, puedes imaginarte a ti mismo frente al espejo: da un recorrido visual por todo lo que representa a tu vestimenta, desde el calzado que llevas puesto hasta el color de cabello. 

Sin estos detalles tu identidad no sería la misma, es decir, que así como tienes una paleta de colores que predomina en tu armario, así debe existir para tu negocio o empresa. Todo lo llevarás de tu realidad a lo digital. 

Es un buen ejercicio para reconocer cuáles son y serán las piezas gráficas que complementarán las piezas que lanzarás en redes o vas a imprimir, por ejemplo, y que acompañarán a tu logo en todo momento. 

Toda identidad está fundamentada en una estrategia bien planificada con anterioridad. Si por ejemplo te decimos Coca-cola, ya el color rojo invade toda tu mente. Eso significa que hay un estudio de mercado y consumidor que respalda el porqué esa empresa ha decidido utilizar al rojo como bandera de su marca. 

¿Qué otros elementos además de un logo representan a la identidad visual de un proyecto? Paletas de colores, tipografías, recursos visuales… 

Ya que tienes las nociones básicas acerca de la identidad visual, es momento de que pasemos a otro tema que genera debates por horas y horas: 

Entonces todo lo que veo… ¿Es un logotipo?

Bueno llegados a este punto, la realidad es que no. 

Cada marca tiene su representación visual, y casi en todos los rincones del mundo a esa representación se le llama coloquialmente como logotipo. 

¿Cuál podría ser el inconveniente? Que en ocasiones no siempre corresponde el concepto con el término, en pocas palabras: no todo lo que vemos es un logotipo. 

Hay alternativas en el universo gráfico que se denominan imagotipo, isologo e isotipo que son los términos adecuados para referirnos a ciertas identidades. Veamos las diferencias entre cada uno:  

• Imagotipo: en este caso tanto íconos como tipografías son los que comprenden a la identidad visual y no pueden funcionar el uno sin el otro. Ambos son un conjunto visual porque son una única composición, sin embargo, no se fusionan entre sí. Ejemplo de ello son las identidades de Amazon, NBC, Carrefour o LG. 

• Isologo: en cambio en el isologo, tanto ícono como tipografía son parte de un todo, es decir, que en lugar de funcionar como conjunto, funcionan como un todo. Ejemplo de ello son las identidades de Burger King, Intel o PizzaHut. 

• Isotipo: a este grupo de identidades lo comprenden elementos abstractos o no que no dependen de la tipografía, es decir, que son una simbología de la marca. Ejemplos de isotipos pueden ser identidades como las de Shell, Apple o Chanel. 

• Logotipo: están representados solo por tipografías, ejemplo de ellos son las identidades de Zara, Canon, Microsoft o Kodak. 

7 consejos de diseño fundamentales para crear un logo de alto nivel 

Ahora que ya tienes nociones de qué tipo de identidad puedes querer para tu negocio o empresa, es momento de que tomes nota de los siguientes tips que te ayudarán a crear un logo o identidad que supere todas tus expectativas: 

1. Investiga a tu competencia

Lo primero que harás será investigar qué elementos gráficos forman parte del universo visual de tu competencia, ¿tienen colores que despierten interés en el consumidor? ¿Son fáciles de recordar? ¿La tipografía inspira lo que tú desees inspirar en tus potenciales clientes? 

Recuerda que antes de comenzar a hacer cualquier cosa, debes haber respondido las interrogantes que pasen por tu mente, tal cual como si tú fueras tu comprador. 

El diseño además de estético, debe ser funcional y debe estar orientado a resolver una necesidad en específico. 

Aunque se trate de tu propio negocio. 

Y con investigar a tu competencia no nos referimos a que copies lo que ellos tienen, sino que analices el porqué han escogido determinada tipografía o paleta de colores, por ejemplo. 

2. La simplicidad es tu aliada

Menos es más, lo minimal y lo simple siempre resaltará entre competidores. 

Y es que nada más estético que una marca que comunica lo puntual, sin adornos ni elementos que sobrecarguen el diseño y le quiten funcionalidad. 

Es por ello que una identidad simple transmitirá limpieza, pulcritud, profesionalismo y los valores de tu empresa. Evita los degradados, elementos en tres dimensiones, íconos que no vayan acorde a lo que quieres decir… 

3. Ordena bien todos los elementos 

Pon todo sobre la mesa tal cual lo harías con herramientas de trabajo en el caso de que fueras carpintero. 

¿Qué íconos te gustan? ¿Qué espacios te recuerdan a tu marca? ¿Qué estilos viste como referencia que te gustaría tomar como inspiración? ¿Qué tipografías querrías usar?… 

Todo lo que sume para comenzar a generar ideas, es bienvenido.

Para ello te recomendamos que crees tableros en Pinterest para inspirarte de las marcas o negocios que te gustan. Puedes incluso imprimir lo que sea que te guste que se convierta en referencia. 

Así, además de ordenar los elementos por sectores, podrás descartar de una vez cuáles no te convencen del todo. Esta técnica de trabajo se llama moodboard y forma parte del proceso creativo de muchos diseñadores del mundo. Y todo se debe a que simplifica los procesos de diseño.  

4. Investiga las tendencias 

Aunque las tendencias pudieran ser un arma de doble filo, lo cierto es que algunas han perdurado en el tiempo. 

Por lo que si lo que deseas es algo más convencional, es importante que evalúes qué tendencias se pueden ajustar a las necesidades comunicativas de tu negocio (a nivel de diseño). 

¿Qué tipografías son populares ahora?¿Qué otras tendencias en diseño han permanecido por al menos tres años? ¿Qué tipo de iconografías son las que predominan en las redes de tu competencia o del sector? 

Si eres una marca personal, investigar las tendencias puede ser favorable para ti ya que tu diseño se basará en un gusto personal que irá evolucionando con el pasar del tiempo. 

En cambio si eres una organización o negocio empresarial, quizá sea buena idea que evalúes las tendencias del momento pero tomes solo lo que ha permanecido en voga por al menos un año consecutivo. 

5. Define una paleta de colores (y trata de mantenerla)

Los colores tienen casi toda la responsabilidad del diseño, y es que puedes haber diseñado una identidad fenomenal, pero si los colores no son congruentes con lo que quieres decir, todo podría irse al caño. 

Y lejos de querer sonar pesimistas, queremos aconsejarte. 

Para ahorrarte dolores de cabeza es bueno que investigues sobre la psicología del color y cómo uno u otro podría ser acorde a la emoción que quisieras despertar en la mente de tu consumidor. 

Como consejo extra: te recomendamos que te quites tus propios zapatos y dejes de lado los gustos personales, sabemos lo tentador que puede ser un azul cielo o un violeta intenso, pero todo debe corresponder a la identidad visual y al sector al que pertenezca tu negocio. 

6. Utiliza solo lo necesario 

Si utilizas íconos y formas abstractas en el diseño de tu logo, haz varias pruebas que te permitan identificar si lo que has añadido es en realidad necesario. Todo lo que no sume o entorpezca la calidad del mensaje que quieras transmitir, no lo necesitas. 

7. Evita ser tan literal 

Si tu negocio es una tienda online sobre artículos de skincare y cuidado personal no es necesario que su identidad visual sea un jabón, una botella de shampoo o crema para el acné. 

Hay mil y un maneras de representar lo mismo pero sin ser tan literal, para ello puedes hacer uso de recursos que tengan cierto simbolismo. 

Por ejemplo la identidad gráfica de Apple es una manzana, pero distribuye artículos tecnológicos a nivel mundial. Y todo se debe a que han tomado como inspiración el icónico momento en el que Alan Turing mordió una manzana envenenada con cianuro tras haber sido condenado a estar en prisión. 

Este personaje fue un matemático que inspiró en gran parte a la carrera de Steve Jobs y al nacimiento como tal de la compañía. 

Entonces, si llevamos ese ejemplo a tu caso, ¿qué personajes o momentos importantes de la historia podrías relacionar con tu marca o emprendimiento? 

Si fueran nuestras últimas palabras: 

Existen mil y un formas y herramientas que te permitirán diseñar un logo como un profesional, en poco tiempo y que se ajuste a todos los formatos. 

A este punto lo más importante es que puedas conseguir el resultado que tienes en mente y eso solo logras solo si mezclas estos consejos que te acabamos de dar con el buen gusto que tienes de fábrica 😁 

¿Qué otros consejos para crear un logo te llegan a la mente en este instante? Cuéntanos en la cajita de comentarios tu opinión más sincera.