¿Alguna vez te has encontrado a alguien que parece saberlo todo y habla de forma absolutista? Pues bien, te has encontrado con una persona con el efecto Dunning Kruger.

Es una paradoja que se ve muy a menudo en el día a día, incluso en las empresas. 

La definimos como a menor conocimiento sobre un tema, más confianza sobre él y viceversa.

La verdad es que es algo muy molesto, y por eso es súper importante detectarlo antes de que acabe afectándote.

¿Quieres aprender a identificar el efecto Dunning Kruger? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es el efecto Dunning Kruger?

Podríamos definir el efecto Dunning Kruger como un sesgo en el cual los incompetentes sobreestiman sus habilidades y los competentes subestiman las suyas, lo que genera un conflicto en las organizaciones.

El término fue acuñado en 1999, cuando los psicólogos David Dunning y Justing Kruger describieron el comportamiento por primera vez en la historia.

El estudio demostró que muchas personas tienden a pensar que son mejores de lo que realmente son y por consiguiente toman esta actitud. Generalmente ocurre porque a su alrededor no existe nadie que los cuestione.

De esta manera, el efecto Dunning Kruger tiene las siguientes características:

• Aquellos con pocas capacidades en algo pueden pensar que son mejores de lo que son en realidad.

• Ellas no suelen reconocer las habilidades de los demás.

• En la mayoría de los casos no pueden reconocer que no son tan buenos como creen.

• Si se les brinda entrenamiento, tal vez se percaten de que no eran tan capaces como creían. 

Ejemplos de comportamiento de quien tiene el efecto Dunning Kruger

La verdad es que existen muchos ejemplos que reflejan el comportamiento de alguien que posee el efecto Dunning Kruger.

Podemos comenzar con aquellos que no tienen los pergaminos académicos ni la experiencia necesaria en un tema en concreto y aún así dan charlas, seminarios y venden libros a millones de personas.

La realidad es que solo se necesita un buen equipo de ventas y de marketing para ser mediático en un nicho específico.

Pero veamos otros ejemplos del efecto Dunning Kruger:

1. Persona con poco talento para un deporte

Esto lo hemos visto en reiteradas ocasiones. Siempre existe alguien que no es tan talentoso en un deporte, pero él insiste en que lo es, al punto de que se inventa historias para sorprender a los demás. 

Sin embargo, cuando salta al terreno de juego se comprueban las habilidades, aunque esta persona seguirá insistiendo a pesar de todo lo que se le diga.

2. Individuo que canta sin reunir los requisitos necesarios

Muchos subestiman la capacidad que hay que tener para cantar o bailar en un escenario. 

La situación es similar a la anterior. Los demás saben que él no tiene habilidades artísticas y aún así persiste en subir a los escenarios a mostrar sus supuestos dotes.

3. Expertos sin estudios en la materia

Esto lo hemos visto muy seguido con la proliferación de Internet. Hablamos de “expertos”, coaches, neuro vendedores y muchos más que no tienen pergaminos para hablar públicamente sobre un tema y aún así lo hacen. 

Hay ejemplos como coaches nutricionales, naturópatas, y neuropsicólogos que venden materiales sin estar acreditados para hacerlo, lo que genera un gran daño al mercado. 

Cómo evitar a alguien con el efecto Dunnig Kruger en la empresa

El efecto Duning Kruger, a pesar de no ser una patología o tener cuadro clínico, es un problema que afecta a miles de organizaciones. La verdad es que cualquiera puede desarrollar este comportamiento.

Por lo tanto, si alguien comienza a mostrar estos síntomas podría provocar una serie de problemas que afectarían la armonía y paz interna de cualquier empresa. 

Veamos algunas formas que puedes aplicar para evitarlo en tu compañía:

1. Evalúa su desempeño

La evaluación del desempeño debería ser algo obligatorio al menos una vez al año, ya que te permite saber cuáles son las habilidades que tiene cada departamento y trabajador en general.

Puedes implementar un formato que debe llenarse según los objetivos que hayan cumplido en un periodo en específico.

Así detectarás resultados interesantes, posibles conflictos y problemas en los roles asignados. 

2. Asegúrate de sus competencias profesionales

Es fundamental que cada persona que forme parte de tu plantilla tenga una serie de competencias mínimas que aseguren su productividad en todo momento.

¿Cómo lo haces? Puedes hablar con el departamento de recursos humanos para saber qué capacidades demanda la empresa en la actualidad. 

Luego, a través de exámenes harás un mejor filtro y los resultados empezarán a verse.

3. Ofrece formación constante

La rutina es uno de los enemigos de la creatividad y el avance. Tú como gestor debes detectar cuándo tu equipo necesita un cambio o descanso para aclarar la mente y buscar nuevas metas.

Una buena idea es implementar programas de formación cada determinado tiempo para mantener el ánimo y las ganas por aprender y superarse. Aplícalo y verás cómo beneficia a toda la empresa. 

¿Cómo combatir el efecto Dunning Kruger?

La verdad es que es muy probable que tú hayas adoptado el efecto Dunning Kruger sin darte cuenta. Somos humanos y los errores son parte del camino, lo importante es percatarse para evitar acciones que puedan perjudicar a la organización.

Veamos algunos métodos que puedes aplicar para combatir el efecto Dunning Kruger en cualquier momento. 

1. Acepta las críticas

Qué difícil es aceptar las críticas, es una realidad que debemos tener siempre presente. 

Aceptar los malos comentarios, por muy malas vibras que tengan es una forma de recordar que somos humanos, que podemos cometer errores y que aún existen posibilidades de crecer. 

Llénate de humildad, paciencia y acéptalo de la mejor manera posible. Con el pasar del tiempo verás que será una gran fortaleza.

2. Cuestiónate

Hazte preguntas, no importa lo tonto que parezcan, créenos que es una gran manera de obtener crecimiento. 

Cuestionate las acciones que haces, comportamientos y prácticas que puedes modificar en pro de llegar a tus objetivos. Así te percatarás de que siempre existe la posibilidad de mejorar. 

3. Piensa antes de hablar

Por favor, antes de emitir un comentario u opinión, piénsalo primero. En muchas ocasiones hacemos daño sin querer y es porque no medimos el impacto que tienen las palabras.

Lo que sale de tu boca puede edificar o destruir. Tú decides el impacto que quieres causar, pero medita siempre para que luego no te arrepientas de algo.

Hoy hemos aprendido que el efecto Dunning Kruger es más común de lo que muchos piensan y es probable que tú y yo nos hayamos comportado así en algún momento.

Es parte de las relaciones humanas, sólo enfócate en detectarlo a tiempo para evitar problemas de este tipo en tu empresa que puedan afectar los resultados. 
¿Te has topado a alguien que padece el efecto Dunning Kruger? ¿Cómo has lidiado con él? ¡Te leemos!