¿Qué te viene a la cabeza cuando piensas en Netflix? Probablemente veas esta plataforma como esa empresa global que produce sus propias pelis y series. Desde luego, con 208 millones de suscriptores, presencia en más de 190 países y cerca de 100 millones de horas en contenidos en streaming diarios, nadie pondría en duda de que sea la plataforma de contenidos más importante de todos los tiempos.
Pero te aseguramos que no siempre fue así y mucho menos cuando empezaron en 1998.
Hoy nos adentraremos en las profundidades de Netflix, repasamos su historia y sus puntos clave. ¿Cuáles son las claves del éxito de Netflix? ¿Qué aprenderemos de esta experiencia? Lee este artículo hasta el final y te encontrarás con una sorpresa a la que no podrás resistirte.
¡Empezamos!
La historia de Netflix: 4 etapas que marcaron su evolución
Si hacemos un flashback, si abrimos en canal la historia de Netflix, podemos dividirla en 4 grandes fases, cuatro fases marcadas por importantes decisiones, por cambios en el mercado y por la evolución de los consumidores. ¡Acompáñame en este viaje!
1. El lanzamiento de Netflix: una plataforma de alquiler de DVDs por correo
Netflix nació el 29 de agosto de 1997, fue creada por Marc Randolph y Reed Hastings. Todo empezó cuando éste último alquiló Apolo 13 en Blockbuster, la que en el momento era la empresa líder con miles de videoclubes repartidos por todo el mundo. Al devolverla con unos días de retraso, tuvo que abonar 40$ de penalización.
Por aquel entonces nos encontrábamos en el florecer de internet, por así decirlo. Justo cuando la gente empezó a vender productos a través de internet.
Esto llamó increíblemente la atención de los fundadores, ¿qué otras cosas se podían vender por internet? Y lo cierto es que barajaron múltiples opciones hasta que se decantaron por el alquiler de películas por correo.
Tuvieron muchos detractores, muchas personas les dijeron que no era una buena idea. Y lo cierto es que puede que tuvieran razón. Veamos por qué:
No existía el streaming: ni nada parecido por lo que veíamos las películas con DVDs y estos eran enviados a los clientes por correo postal.
No era un modelo de negocio innovador: había fechas pactadas de devolución y tasas de penalización por devolverlo con retraso.
Había una competencia feroz: Blockbuster principalmente, que contaba con miles de tiendas en aquel momento.
Días de espera para recibir tu DVD: cuando, realmente, si querías una película solo tenías que bajar a la tienda de la esquina y alquilarla. Tardabas unos… ¿30 minutos? Pero al tener que recibirlo por correo tenías que esperar unos 3 o 4 días. ¿Qué valor se les aportaba a los clientes?
El modelo económico: la monetización a través del alquiler consiste en pagar el producto una vez e ir amortizando esa inversión a través de ese “préstamo”. En el caso de un DVD podría funcionar muy bien; pagas 20$ por una película y lo alquilas cada vez por 4$, de modo que recuperas la inversión en unos 5 días. Pero al hacerlo por correo la cosa cambiaba, porque, para empezar, ni siquiera podías alquilarlo cada día, podías llegar a esperar hasta 10 días para poder alquilar un DVD de nuevo. De modo que hasta pasado un mes y medio no recuperaban la inversión inicial de 20$. Todo sin contar con el coste de los envíos (de ida y vuelta).
Aún así apostaron por ello. Apostaron por ello durante un año y medio, un periodo en el que únicamente replicaron el modelo de alquiler pero trasladando toda esta experiencia al mundo online y lo cierto es que era algo que nadie había hecho antes. Cuando esto se da, puedes tener tus conjeturas, puedes estar convencido de que a la gente le encantará… Pero lo cierto es que no lo sabes…
Y, admitámoslo, es muy fácil mirar atrás y criticar sus errores con todo lo que sabemos hoy en día… Pero lo cierto es que, antes del año 2000, el solo hecho de poder alquilar DVDs era revolucionario.
2. Pasan a un modelo de suscripción, un crecimiento brutal (y abrumador)
Después de esos 18 meses de prueba y error, de ir conociendo el comportamiento de los clientes, empezaron a experimentar nuevos modelos.
Y fue entonces, sentados rodeados de cientos de DVDs cuando se preguntaron… “¿Por qué los mantenemos aquí? ¿Parados? ¿Inútiles? ¿Por qué no buscamos la manera de que los clientes los tengan en sus casas donde al menos podrán ser útiles?” Así que decidieron dejar que los clientes se quedasen todo el tiempo que quisieran los DVDs. Y cuando terminasen, los devolverían y les harían llegar otro.
Sabían que era difícil que volvieran a su página web para escoger la próxima película, así que estudiaron los gustos de sus clientes e hicieron una lista con las pelis que querían ver para que cuando devolvieran su película pudieran reemplazarla prácticamente de forma automática.
Y así fue como Netflix pasó de un modelo “a la carta”, por el que pagaban 4$ cada vez que alquilaban una película, a un modelo de suscripción, donde pagaban una cuota mensual y los clientes podían alquilar películas siempre que quisieran.
¿Y sabéis qué? Funcionó. Funcionó de forma increíble, de hecho.
Y esto supuso un gran cambio en el modelo económico de Netflix, porque ahora contaban con los ingresos recurrentes de las suscripciones. ¿Qué problemas nos encontramos en esta fase de la historia de Netflix? Un crecimiento abrumador que comportó un gran estrés por distintas razones:
El crecimiento repentino.
El cambio en el modelo económico: debían ajustar sus cálculos para averiguar si tenían ganancias o pérdidas. También era difícil calcular cuántas películas comprar para no quedarse sin stock.
Tuvieron que asumir todos los costes de adquisición (CAC): eso requería una inversión inicial potente a la que se sumaba el mes gratuito que ofrecieron a todos sus clientes para que se sintieran cómodos con la propuesta. Así que con cada cliente nuevo tenían grandes costes que no recuperaban hasta pasado el tiempo.
Cientos de clientes a la semana: lo que fue fantástico pero, por otro lado, era un desastre por los costes iniciales asociados.
Este fue probablemente el momento más desesperante de Netflix: no podían recaudar más dinero y seguían creciendo como la espuma.
Así que se plantearon como única solución vender la empresa. Tenían que buscar a alguien con más capacidad económica que pudiera sacar provecho de todo este crecimiento, ¿quizá Blockbuster? Se lo ofrecieron, pero no estaban interesados y, aunque en ese momento no lo vieron así… ¡Fue toda una suerte!
Lo resolvieron reduciendo costes para recuperar fuerza y fue en 2002 cuando pudieron conseguir el capital necesario saliendo a bolsa en una OPI (Oferta Pública Inicial) que salvó la empresa.
3. El streaming cambia el juego. ¿Cómo adelantarte a los avances tecnológicos?
A pesar de toda la evolución que tuvo la compañía llegados a este punto, aún no estamos hablando del Netflix que conocemos hoy en día. Recuerda que seguimos hablando de DVDs.
Al fin y al cabo, los DVDs eran un medio digital la gente lo descargaría y lo colgaría en internet. Eran completamente conscientes de ello: el cambio era inminente. Y sin duda este se convirtió en el reto más fundamental de Netflix por dos razones:
El mercado de los DVDs estaba en un crítico peligro de extinción.
El streaming no era aún una realidad.
Entonces, ¿cómo podían posicionar la organización en un modelo que tuviera éxito ahora y que pudieran mantener en el tiempo, cuando el mundo cambiara?
Y dieron con ese funcionamiento: un lugar donde descubrir historias increíbles. Un posicionamiento que funcionaría sin importar el canal que se utilizara. Una propuesta de valor duradera.
Y es que, plantear el streaming en ese momento era totalmente inviable:
No había internet de alta velocidad y, si lo había, en raras ocasiones llegaba a casa y, cuando llegaba, no estaba conectada a la televisión… Sino al escritorio.
Los derechos digitales para evitar el robo. Eso que tenía a Hollywood tan asustado, tal y como pasó con la música.
Los intereses de Hollywood, ¿qué incentivo económico se les podía dar para que participasen? ¿Por qué iban a arriesgar todo por unos pequeños ingresos de la poca gente que sabía utilizar el streaming?
Por eso, en un principio se centraron en contar con contenido de calidad, en desarrollar su propio algoritmo para deducir los gustos de los usuarios y mantenerse así hasta que el streaming pudiera ser una realidad. Y eso no fue posible hasta el 2007.
De modo que cuando entraron en el mundo del streaming se hicieron con 2 puntos fuertes fundamentales:
Se convirtió en un negocio mucho más escalable: pues redujeron el coste de distribución a algo insignificante.
Rompió barreras: Netflix abrió las fronteras internacionales, algo súper complicado si hubiesen seguido con el anterior modelo
4. Netflix produce su propio contenido
Netflix se abrió paso en el mundo del streaming comprando licencias del material de otros productores. Sin duda fueron precedentes pero, en poco tiempo, otras compañías empezaron a hacerlo también.
De modo que los productores de contenido empezaron a preguntarse “¿por qué estamos haciendo estos acuerdos de propiedad exclusivos?" Así que vendieron las licencias a otras plataformas por lo que los usuarios podían acceder a esa misma película desde múltiples plataformas… Y entonces no había una razón para suscribirse específicamente a Netflix. Si de verdad querían diferenciarse, debían crear su propio contenido. Contenido que solo fuera propiedad de Netflix. De este modo, una vez habían hecho la inversión inicial para la producción, la podían amortizar repetidamente y en distintos mercados.
Este fue el paso en que Netflix dejó de ser un software para convertirse en una auténtica empresa de entretenimiento.
De este modo Netflix llega a un maravilloso círculo vicioso en el que cuantos más suscriptores tuvieran, más dinero tendrían para producir contenido y cuanto más contenido tuvieran, más suscriptores obtendrían. ¡Una verdadera ventaja competitiva!
¿Quieres oír de la mano de su fundador cómo fueron los inicios de Netflix? Marc Randolph hace un viaje en el tiempo y nos explica cómo transformaron radicalmente su modelo de negocio en esta Masterclass.
Las 5 claves del éxito de Netflix
Tras este análisis tan profundo de la historia de Netflix… ¡Veamos a qué conclusiones llegamos! ¿Qué podemos aprender de su experiencia?
1. Un modelo de negocio totalmente exitoso
Como habrás podido comprobar en este largo viaje por la historia de Netflix, uno de sus activos principales siempre ha sido su innovación, su capacidad de adaptarse al cambio y revolucionar el orden establecido.
Sin duda la base de todo el éxito de Netflix ha sido definir un modelo de negocio inigualable. ¡Vamos a analizarlo con la herramienta del Business Model Canvas.
Segmentos de clientes: desde luego, son pocas las personas que no se han suscrito a su plataforma, y muchas menos, si existen, las que no la conozcan. Netflix se dirige a un mercado masivo con una base increíblemente diversa. Lo único que necesitan es un ordenador y conexión a internet.
La propuesta de valor: ofrecen contenidos online a demanda. Cuentan con una biblioteca de contenido inigualable para que los usuarios elijan y además producen el suyo propio.
Canales de distribución: los usuarios pueden acceder a Netflix a través de su página web o su app. Aunque también existen proveedores que ofrecen packs de televisión, telefonía móvil e internet que lo incluyen.
Relaciones con los clientes: en la mayoría de los casos esta relación es totalmente automatizada, a no ser que se trate de resolver problemas con la suscripción. El resto: descarga, selección y reproducción se hace sin contacto con los usuarios de forma fácil y efectiva.
Flujos de ingresos: Netflix genera ingresos a través de sus distintos planes de suscripción. Varía en función del mercado pero, en general, es un precio totalmente asequible.
Recursos clave: actualmente, los recursos clave de Netflix son las licencias que tienen para retransmitir los contenidos (algunas de las productoras más grandes del mundo), junto con sus propias producciones audiovisuales. Además, el algoritmo con el que cuentan para seleccionar el contenido más compatible con cada usuario tiene enamorado a su público.
Actividades clave: la producción y adquisición de contenido es su principal actividad. Así como el mantenimiento de su plataforma rápida y fácil de usar.
Ecosistema de alianzas: parte del modelo económico de Netflix se basa en la transmisión de contenido de terceros de modo que sus alianzas con grandes productoras son CLAVE para el éxito de Netflix. Además, es uno de los mayores consumidores de ancho de banda, así que para mantener esta velocidad necesita alianzas con buenos proveedores.
Estructura de costes: los principales costes de Netflix se basan en la adquisición de contenidos, la obtención de licencias y el mantenimiento de su plataforma.
2. Una marca con personalidad propia
Hay muchos aprendizajes que podemos conseguir analizando el branding de Netflix. ¡Repasémoslos!
Contenidos propios que generan un engagement brutal: sin duda las producciones propias son una de las claves del éxito de Netflix. Creando un engagement brutal con sus usuarios y generando relaciones relevantes y duraderas ofreciendo experiencias increíbles.
Un universo visual totalmente diferenciable: Ne
tflix es una marca totalmente coherente con una gran unidad en todos sus puntos de contacto. Y es que en todos sus contenidos se aprecia la influencia de la marca en todo su universo visual, se identifica “The stack”, una metáfora visual de su sistema identidad que hace referencia a su catálogo infinito y cambiante.
La personalización como estrategia de posicionamiento: Netflix investiga los gustos y motivaciones de los usuarios para adaptarse completamente a ellos y eso uno de los puntos más valorados de la marca.
Campañas de publicidad que se viralizan solas: nadie puede negar el ingenio y la creatividad de la publicidad de Netflix causando un gran efecto en los usuarios.
Fuente: El Confidencial
Branding sonoro: Netflix también creó su famoso “Ta-Dum”, un sonido súper característico que nos transmite la sensación de que estamos a punto de sumergirnos en una historia de cine desde nuestro propio sofá.
3. Big Data: la innovación tecnológica al servicio del consumidor
Netflix es un claro ejemplo de cómo usar la innovación tecnológica para ofrecer la mejor de las experiencias a sus usuarios. Han implementado el big data y han aprovechado toda esta analítica de datos para:
Hipersegmentar sus clientes: puede ofrecer a cada cliente una oferta individualizada completamente única.
Personalización de la experiencia: con el big data, Netflix es capaz de ofrecer a cada uno de sus 208 millones de suscriptores los contenidos que les gustan y eso no solo nos motiva a seguir consumiendo su contenido, sino que llega a sorprendernos de tal manera que es incluso emocionante. ¡Cómo no va a traducirse eso en fidelidad!
Predecir las claves del éxito de Netflix: así como las próximas tendencias para sus producciones.
4. Un pricing estratégico
Como puedes imaginar, para cualquier marca, de cualquier sector, la estrategia de precios puede marcar el éxito o el fracaso. Determinar esa cantidad que los consumidores deberían pagar por tus productos o servicios no es moco de pavo. El hecho es que competir por precio sigue siendo la norma y salirse de ahí requiere una auténtica visión. Sin duda Netflix lo hizo bien pues, cuando la plataforma anunció el mayor aumento de precios de toda su historia (entre el 13 y el 18%) las acciones de la compañía en Bolsa subieron un 7%. ¿Cómo puede ser?
Justificaron de forma clara y transparente el aumento: de esta manera el consumidor entendió que el aumento se traduciría en su propio beneficio, pues, al fin y al cabo, se invertiría directamente en la actualización de su producto.
Jugaron con la psicología: el plan básico siguió manteniendo por debajo del umbral psicológico de los 10 dólares y por tanto asequible para aquellos presupuestos más ajustados.
Adaptación a cada mercado: Netflix no mantiene una política de precios global sino que se adapta a cada mercado donde tiene presencia.
5. Una cultura de empresa que fideliza a sus trabajadores
En el blog de ThePower Business School no nos cansamos de repetir que el activo más importante de cualquier empresa es su capital humano. Y Netflix lo sabe bien. Por eso no es de extrañar que siempre aparezca en los rankings de “las mejores empresas en las que trabajar”. Netflix aboga por la “honestidad radical” en el trabajo.
Los empleados deben cumplir ciertas cualidades: todo empieza con sus procesos de selección. Para seleccionar al mejor personal no se basan únicamente en su experiencia, sino que abogan por personas que tengan aquellas cualidades que encajan con los valores de la compañía.
Son completamente independientes: dejan atrás la jerarquía estricta, en Netflix les dan libertad absoluta (¡tienen vacaciones ilimitadas!) porque esperan que cada uno contribuya con sus conocimientos.
Una cultura de la rotación permanente: Netflix siempre busca reclutar nuevos talentos. Su objetivo es crear el mejor equipo de trabajo.
Pagan el mejor sueldo del mercado: Netflix se centra en tener empleados extraordinarios, pues son quienes rinden el doble y cuestan menos que dos empleados “normales”. Y para fidelizar el talento hace falta gratificarlo también con un buen sueldo.
Sin duda, Netflix es todo un caso de estudio, cómo una plataforma ha llegado a desafiar a los grandes estudios de Hollywood.
Así que, ¡lo prometido es deuda! El mismísimo Marc Randolph te explica en esta masterclass cómo fueron los humildes comienzos de Netflix y cómo transformaron radicalmente su modelo de negocio.
¿Qué otros factores crees que explican el éxito de Netflix? La sección de comentarios es toda tuya!
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