Aprende a gestionar la salud mental en el trabajo (GUÍA COMPLETA)
Salud Mental en el Trabajo | Cómo Promover el Bienestar Laboral
Hoy te traemos esta guía completa para que aprendas a gestionar la salud mental en el trabajo: qué es, cuáles son los problemas más comunes, cómo medirla y algunas medidas para promoverla.
¿Qué es la salud mental en el trabajo?
A menudo, cuando pensamos en la salud en nuestros puestos de trabajo, nos viene a la cabeza únicamente la salud física: la prevención de riesgos, asientos homologados, descansos para la vista…
Y la salud mental pasa a ser la gran olvidada en el entorno corporativo.
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es “un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad”.
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es "un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad".
Al final, todas las personas tenemos nuestros altibajos. Momentos en los que estamos más agobiados, más estresados o más deprimidos. A veces, estos momentos, si no se superan, pueden convertirse en problemas de salud mental graves como la ansiedad o la depresión.
¿Cómo afecta la salud mental en el trabajo a los empleados?
La salud mental en el trabajo ha sido un tabú durante muchos, muchos años. Tal vez lo asociábamos con la debilidad. Pero esos tiempos han cambiado y ha llegado el momento de ser conscientes de las importantes consecuencias de la falta de salud mental en el trabajo:
1. Falta de compromiso en el trabajo
Una mala salud mental en el trabajo repercute directamente con la desmotivación y la falta de concentración. Si tienes problemas de salud mental, tu mente divaga… está centrada en esos problemas y en consecuencia eres incapaz de controlar tus pensamientos y emociones.
2. Pérdida de productividad
Cuando no estamos bien con nosotros mismos, la creatividad o la resiliencia pasan a un segundo plano y acaban convirtiéndose en un auténtico desafío para los trabajadores, lo cual repercute directamente en nuestro desempeño laboral.
3. Repercusión en la salud física
Desde la ansiedad social, hasta la pérdida de memoria en el trabajo, una mala salud mental afecta directamente en la vida diaria de los trabajadores y su salud física. Cuando tienes una mala salud mental te sientes agotado.
4. Dificultad en la comunicación
Cuando no te sientes bien emocionalmente, es muy complicado comunicarte correctamente, y esto puede llevar a malinterpretar o reaccionar de forma exagerada ante las aportaciones de los compañeros.
5. Una mala toma de decisiones
Una falta de control sobre los impulsos, pensamientos perjudiciales… Todo ello puede llevar a los trabajadores a una mala toma de decisiones como anular reuniones, llegar tarde, abandonar compromisos e incluso el incumplimiento de las políticas de la organización.
Del mismo modo, el tener una buena gestión de la salud mental en el trabajo conlleva enormes beneficios.
Estos son algunos de ellos:
Permite que los trabajadores enfrenten los retos.
Les da la capacidad de reconocer, expresar y controlar sus emociones.
Fomenta la empatía hacia los demás promoviendo las habilidades sociales básicas.
Les ayuda a prosperar en sus puestos de trabajo y alcanzar su máximo potencial.
Manejan mejor el estrés y aumentan su resiliencia.
7 Posibles problemas psicológicos en el trabajo
Existen muchos tipos de problemas psicológicos que se pueden dar en el lugar de trabajo y que son desencadenantes de una mala salud mental en el trabajo. Veámos algunos de ellos.
1. El síndrome postvacacional
Septiembre es quizás la época del año en la que este problema de salud mental en el trabajo puede presentarse de forma más evidente. ¿Sientes que a tus empleados les cuesta horrores volver a la rutina después de un periódo vacacional? Es posible que estén sufriendo el famoso síndrome postvacacional. Este no se considera una patología, pero sí lo que se conoce como un “trastorno adaptativo”. Se trata de uno de los problemas psicológicos en el trabajo más comunes (según un estudio de Adecco, afecta a uno de cada tres españoles).
Es cierto que este síndrome acostumbra a disiparse tras dos o tres semanas, pero si no se trata y se previene, puede conllevar a la depresión de tus empleados.
Realmente, volver a la rutina después de haber disfrutado de un maravilloso descanso es muy duro: recuperar el ritmo y la intensidad, cambiar los horarios, reducir el tiempo de ocio… ¡Todos sabemos lo que es eso!
¿Cómo detectar el síndrome postvacacional en tus empleados?
Los empleados que sufren del síndrome postvacacional suelen tener síntomas similares a los del estrés o la ansiedad. Tales como la falta de concentración, la apatía o la irritabilidad.
¿Cómo evitar el síndrome postvacacional en tus empleados?
Para evitar que tus empleados sufran de este problema de salud mental en el trabajo, hay algunas medidas que puedes tomar:
Ofrece un horario progresivo: si tu organización se lo puede permitir, esta es una de las mejores maneras de allanar el camino de tus empleados hacia la rutina de nuevo. Volver a la oficina con el horario de verano, haciendo una jornada intensiva solo de mañana por ejemplo, suaviza el shock de la vuelta al trabajo.
Empieza con una jornada distinta: seamos realistas, empezar la vuelta al trabajo siendo completamente productivos es realmente difícil. Para ir acostumbrándose a la rutina, el empezar con una jornada distinta (como actividades de team building o un evento) les ayuda a cambiar el chip progresivamente.
Repasa los objetivos y los retos de la temporada: los primeros días pueden servir para orientar a tus trabajadores. Puedes dedicarlos a reuniones donde fijar los objetivos y retos de la temporada, fijar fechas importantes, establecer planes de recompensas por el cumplimiento de los objetivos… De este modo, todos empezaremos con buen pie.
Asesórales para adoptar hábitos saludables: hay algunas prácticas que los propios trabajadores pueden adoptar para hacer que el retorno a la rutina sea más suave, tales como hacer ejercicio, comer bien, mantener una actitud positiva, adaptarse al horario días antes de empezar a trabajar…
2. El estrés laboral
Este problema de salud mental en el trabajo se da ante distintas situaciones de nuestro día a día, como por ejemplo la presión. Al final, nuestro cuerpo y nuestra mente tienen ciertos recursos para afrontar algunas situaciones, y cuando la demanda laboral los supera, afecta directamente en la salud mental de los empleados amenazando su bienestar y afectando a sus relaciones profesionales y personales.
¿Cómo detectar el estrés laboral en tus empleados?
Los trabajadores que sufren de estrés laboral suelen comportarse de forma irritable, ser menos productivos, tienen más frustración y pueden llevar incluso al absentismo laboral.
¿Cómo evitar el estrés laboral en tus empleados?
Para evitar el estrés laboral en tus empleados puedes trabajar una buena organización de las tareas, asegurar que tienen momentos de descanso y desconexión, y promover hábitos saludables en tus empleados (tales como una buena alimentación, el ejercicio físico y un sueño de calidad).
3. El “burnout”
También conocido como el síndrome del trabajador quemado, está considerado una enfermedad, según la OMS. Este problema de salud mental en el trabajo se da como resultado del estrés laboral crónico. Sobre todo cuando la persona en cuestión nota un desequilibrio entre sus sueños e ideales y la realidad de su vida laboral.
¿Cómo detectar el “burnout” en tus empleados?
Puedes deducir que tus trabajadores sufren de “burnout” si están desmotivados, se sienten agotados mental y físicamente, tienen una actitud cínica y de insatisfacción con su trabajo, sentimientos de frustración y fracaso si no consiguen los objetivos, etc.
¿Cómo evitar el “burnout” en tus empleados?
Mantén un ritmo de trabajo no excesivo para tus empleados y asegúrate de que respeten las pausas para descansar. Debes ser capaz de establecer ciertos límites cuando haya un exceso de tareas y conseguir que tengan un margen temporal adecuado para llevarlas a cabo. Es muy importante también mantener un buen ambiente de trabajo y adoptar medidas de conciliación para que puedan separar la vida laboral de la personal.
4. Síndrome del impostor
El síndrome del impostor se da cuando las personas están convencidas de no merecer el puesto que ocupan porque, en realidad, no están a la altura. Este problema de salud mental en el trabajo crea una gran inseguridad en los trabajadores, las personas que lo sufren dudan de sí mismas. Además, consideran que están engañando a los demás, creen que les ven más capaces de lo que realmente son.
Como ves, es un problema estrechamente relacionado con la baja autoestima.
Existen distintos perfiles que podrían encajar con esta problemática. ¡Veámoslos!
El/la perfeccionista: este perfil suele encajar con personas fanáticas del control que suelen fijarse objetivos extremadamente difíciles de alcanzar. Cuando no lo consiguen, dudan muchísimo de ellos mismos. Les cuesta aceptar ayuda, pues consideran que si quieren estar a la altura deben hacerlo todo por sí mismos. Además, nunca están satisfechos, siempre piensan que podrían haberlo hecho mejor.
El/la experto/a: en este caso, sienten que engañaron a sus entrevistadores y que en realidad no están preparados para el cargo que ocupan. Siempre tienen miedo de “ser descubiertos”.
El superman o la superwoman: se presionan constantemente para dar la talla, pues creen que no están a la altura de sus compañeros. Trabajan muy duro para ocultar sus inseguridades y esta sobrecarga de trabajo les trae profundos problemas de salud mental.
Las personas demasiado individualistas: se niegan a pedir ayuda, pues consideran que si lo hacen están exponiendo sus puntos flojos.
El genio: estas personas consideran que para ser brillantes tienen que tener ciertas capacidades y que, si trabajan y se esfuerzan mucho en algo es porque en verdad no son tan brillantes. Por eso no aceptan los errores y quieren hacerlo todo bien a la primera (y cuando no es así, se estresan de verdad).
¿Cómo detectar el síndrome del impostor en tus empleados?
Los trabajadores pueden mostrarse desmotivados y acumular emociones negativas como la tristeza o la ansiedad. A pesar de que ha superado con éxito alguna situación similar, siempre piensa que fracasará. Esta inseguridad puede afectarles también en las relaciones sociales. Le cuesta aceptar halagos, si ha conseguido algo ha sido gracias a la suerte, el azar o la ayuda de otras personas.
¿Cómo evitar el síndrome del impostor en tus empleados?
Déjales claro que la perfección no existe, que todos cometemos errores y que debemos aprender de ellos. Es muy importante que evites las comparaciones, ya que cada persona es diferente. Elabora críticas constructivas que les ayuden a mejorar y felicítales siempre por el trabajo bien hecho. Crea un buen ambiente de trabajo lejos de personalidades tóxicas y enfocados a un trabajo colaborativo.
5. El tecnoestrés
Esto ocurre cuando las personas trabajan ampliamente relacionadas con las tecnologías (ordenadores, teléfono…) dándose situaciones que pueden ser enormemente perjudiciales para la salud mental en el trabajo.
Pueden ocurrir dos cosas:
Que al tener poco conocimiento sobre ciertas herramientas tecnológicas las personas se frustren.
Que la sobreexposición a estas plataformas invada su vida personal y les impida desconectar.
¿Cómo detectar el tecnoestrés en tus empleados?
Ya sea a través de redes sociales o por la sobrecarga de tareas laborales que se desarrollan a través de herramientas digitales, las personas que padecen tecnoestrés tienen malestar y ansiedad ante el exceso de información.
¿Cómo evitar el tecnoestrés en tus empleados?
Para evitarlo, es fundamental optimizar la comunicación interna y que los trabajadores estén al tanto de las últimas noticias. También es muy importante apostar por programas de capacitación a la hora de introducir plataformas, herramientas o prácticas estrechamente relacionadas con la tecnología.
6. Problemas psicológicos derivados de la pandemia
A todo esto, la incertidumbre, los cambios y el estrés a raíz de la pandemia también han propiciado un deterioro en la salud mental de los trabajadores.
¿Cómo detectar si tus trabajadores tienen problemas psicológicos a raíz de la pandemia?
Puede que detectes que tus empleados tengan auténtico temor a contraer la enfermedad, sufran incertidumbre, miedo, una baja motivación, tristeza…
¿Cómo evitar que tus trabajadores sufran problemas psicológicos a raíz de la pandemia?
En épocas de crisis, muchas empresas descuidan su cultura y dejan de prestarle atención a los trabajadores. Asegúrate de que la cultura empresarial de tu empresa esté más presente que nunca a pesar de la crisis. Anímales a seguir con las rutinas previas a la pandemia. A pesar del teletrabajo, estableced momentos para hacer pausas y cafés virtuales. Puedes utilizar herramientas de gestión de proyectos que mejoren la comunicación aún con la distancia. Asegúrate de que, a pesar de trabajar desde casa, sean capaces de desconectar después de la jornada, evita enviar correos y mensajes a todas horas.
7. Problemas psicológicos derivados de conflictos laborales
Desde tener puntos de vista distintos hasta el mobbing o el acoso laboral, los conflictos laborales afectan de forma directa a la salud mental en el trabajo.
Sí, existen muchos tipos de conflictos laborales y estos pueden provocar una cultura empresarial tóxica.
Es un problema realmente grave que incluso podría llegar a tener repercusiones legales, por lo tanto hay que prestarle la atención merecida.
¿Cómo detectar conflictos laborales entre tus trabajadores?
Cuando alguien no se siente a gusto con el ambiente laboral de la empresa tiende a desmotivarse y a estar menos concentrado. Las personas que se ven envueltas en conflictos laborales pueden parecer ansiosas e inquietas, pierden la confianza en sí mismos y en sus compañeros. Otra señal de que existen conflictos laborales entre tus trabajadores es la alta rotación de personal. Debes investigarlo para encontrar una explicación razonable.
¿Cómo evitar conflictos laborales entre tus trabajadores?
Tener conocimientos profesionales es fundamental, pero a la hora de contratar personal, es imprescindible prestarle una gran atención a las soft skills, o habilidades blandas. Debes analizar periódicamente cuál es el clima laboral de la organización y establecer dinámicas de equipo que fomenten un trabajo colaborativo.
¿Cómo medir la salud mental de tus trabajadores?
Lo primero que debes hacer si quieres aprender a gestionar la salud mental en el trabajo es medir el bienestar emocional de tus trabajadores. Solo así podrás velar de verdad por su salud mental y crear entornos de trabajo saludables.
Al igual que pasaría si hiciéramos una evaluación de los riesgos físicos, saber identificar aquellos factores que pueden afectar a la salud mental de los trabajadores forma parte del trabajo de cualquier líder. Pues, el primer paso para conseguir el bienestar emocional de los trabajadores es conocer su situación y saber cómo ciertas condiciones laborales les están afectando emocionalmente.
Ante esto, debemos diferenciar entre dos tipos de valoración de la salud mental de los trabajadores:
La valoración objetiva: que consiste en recoger información cuantitativa como por ejemplo la carga de trabajo, el cansancio, los horarios, el salario, la formación y capacitación, etc.
Valoración subjetiva: donde se recoge la información de forma cualitativa a través de la opinión o el feedback de los empleados con respecto al ambiente y el entorno en el trabajo.
Para recoger esta información te damos algunas técnicas que pueden ayudarte:
Las encuestas y macroencuestas
Con esta técnica podrás analizar las condiciones de trabajo según cada departamento o grupo de trabajo, así como su opinión a nivel individual. Asegúrate de incluir las preguntas adecuadas (clima laboral, motivación, etc.) para obtener información relativa a la salud mental en el trabajo.
La Escala General de Satisfacción
Esta técnica fue desarrollada por Warr, Cook y Wall en 1979 y sirve para medir la satisfacción de los trabajadores con respecto a su experiencia laboral. Ésta aborda conceptos como el reconocimiento, la responsabilidad, la promoción, así como el horario, la remuneración o las condiciones físicas.
Análisis de los factores de riesgo psicosocial
Estos pueden ser factores organizacionales, que se relacionan con la cultura y filosofía de la organización, así como las relaciones laborales, o bien factores laborales, que tienen que ver con las condiciones generales del empleo y su calidad. Estos son algunos de los conceptos a tener en cuenta:
Las políticas de la organización en cuanto a salud y seguridad.
Las prácticas de comunicación y gestión.
La participación de los trabajadores en la toma de decisiones.
Qué tan flexibles son los horarios de trabajo.
¿Están claras las tareas y objetivos de la empresa?
¿Tienen los trabajadores seguridad contractual?
Valorar el clima laboral de la empresa.
Medir las experiencias de los empleados
Aprovechar las reuniones, especialmente las individuales, para incluir preguntas sobre cómo se sienten los empleados en su puesto de trabajo, si están conformes con las condiciones, si se sienten realizados, etc.
Utilizar datos de recursos humanos
Las bajas, la ausencia de personal y unas altas tasas de rotación de empleados pueden significar que algo no vaya bien. En este sentido, antes de la salida de un empleado, sería interesante hacer una entrevista para saber cuál ha sido su motivación para marcharse y ver si tiene algo que ver con su salud mental.
¿Cómo cuidar la salud mental de los trabajadores?
Una vez has medido la salud mental en el trabajo de la organización, ha llegado el momento de ponerse manos a la obra. En este sentido, tenemos que diferenciar entre tres tipos de intervenciones:
Las intervenciones primarias
Son todas aquellas medidas que buscan cuidar la salud mental de los trabajadores desde la prevención. Es posible que no puedas erradicar todos los riesgos psicosociales de algunas profesiones (por ejemplo aquellas que requieren hacer algunos turnos de noche), pero con algunas medidas se pueden paliar sus efectos. Ya sabes la dicha; más vale prevenir que curar. Estos podrían ser algunos ejemplos de medidas preventivas:
La gestión de la carga de trabajo: procura hacer un reparto equitativo de la carga de trabajo de los empleados. Para ello, establece un plan, ten a mano estrategias de seguimiento, explica claramente las responsabilidades y trata a cada empleado individualmente.
La mejora en la comunicación: para cuidar la salud mental de tus trabajadores es fundamental establecer espacios seguros de feedback. También es importante la transparencia y el informarles acerca de todo aquello que les atañe para reducir su ansiedad e inseguridad. Es decir, forjar lazos de confianza.
Un entorno físico de trabajo adecuado: lo creas o no, el espacio donde trabajamos tiene grandes efectos en nuestra salud mental. El tener un entorno físico agradable, cómodo y bien equipado es clave. Una silla confortable, una mesa lo suficientemente amplia, la entrada de luz natural, una temperatura adecuada… Todos estos detalles los debes tener muy en cuenta.
Evaluaciones de desempeño: antes, estas evaluaciones servían únicamente para comprobar el cumplimiento de los objetivos y la productividad. Pero hoy en día, añadiendo preguntas abiertas para que las personas se comuniquen libremente, se pueden añadir conceptos como habilidades, aptitudes, relaciones entre los compañeros o cualquier cuestión relacionada con la salud mental en el trabajo.
Actividades de team building: si hay algo que puede ser determinante en la salud mental de las personas son las relaciones con sus compañeros y los vínculos afectivos con los mismos. Al final, conectar con las personas para sentirse parte de una comunidad repercute directamente en el bienestar emocional de los trabajadores.
Promover la conciliación: tener horarios flexibles puede mejorar enormemente la salud mental de tus trabajadores al poder combinar sin estrés ni agobios su vida personal con la profesional. Del mismo modo, saber separar ambos ambientes es fundamental.
Las intervenciones secundarias
Este tipo de intervenciones se basa en cambiar la forma en que los empleados afrontan los peligros psicosociales. Estas serían algunas de las medidas propias de este tipo de intervenciones:
Concienciación de los empleados: es súper importante que la organización trabaje para concienciar a los empleados sobre la importancia de la salud mental en el trabajo. Solo así se conseguirá eliminar el estigma y se establecerá un ambiente perfecto para mantener una comunicación segura.
Formación de los empleados: es necesario también adoptar medidas para capacitar a las personas para hacer frente a ciertas problemáticas y conflictos y que así sean capaces de superarlos.
Crear un plan de cobertura de salud (que incluya la salud mental): al final, según la OMS, por cada dólar invertido en salud te retornan cuatro dólares en productividad. Yo lo tendría claro.
Las intervenciones terciarias
Estas ya se centran en el tratamiento de los síntomas, y podríamos considerarlas una fase de rehabilitación. Por lo tanto, a menudo los llevan a cabo servicios de la sanidad pública o privada o bien servicios sanitarios internos de la empresa. Estas son algunas de las práctias más comunes de este tipo de intervenciones:
Establecer medidas para que las personas que hayan estado de baja por algún problema de salud mental puedan regresar a la rutina de una forma segura y en el momento oportuno.
Ofrecer un seguro de salud privado: algunas empresas ofrecen a sus empleados esta posibilidad, incluyendo la cobertura en el ámbito de la salud mental.
Sí, efectivamente el trabajo es enormemente beneficioso para nuestra salud mental. Pero, del mismo modo, el trabajar en un entorno laboral negativo puede llegar a afectarnos, y mucho.
Imagínate cuán importante es que, en Europa, los problemas
Efectivamente, el entorno de trabajo y la forma en que nos organizamos las tareas y las gestionamos influyen directamente en la salud mental de los trabajadores. Por eso es de vital importancia que las empresas empiecen a adoptar un rol activo al respecto.
Contar con el apoyo de tu empresa, disfrutar de un ambiente sano, sentirte parte de un grupo, alcanzar la realización y sentir que tu trabajo tiene sentido, favorecen enormemente la salud mental en el trabajo.
Y, a fin de cuentas, cuidar del equipo es cuidar de la empresa, por lo que cuidar del bienestar emocional de los trabajadores debería ser tu prioridad.¿A qué otros problemas de salud mental en el trabajo crees que nos enfrentamos actualmente?
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