Tipos de Emprendimiento | Conoce todas las variables que existen
Tipos de Emprendimiento y Modelos de Negocios para el 2023
Como en cualquier otro sector de la vida, no todos somos iguales ni partimos del mismo punto y por eso es fundamental elegir los tipos de emprendimiento que más encajan contigo, así como saber los riesgos que implica cada uno y decidir si estás dispuesto a asumirlos.
Y es que, es imposible buscar nuevos modelos de negocio sin antes conocer las características de los tipos de emprendimiento.
Aquí te los explicamos, para ayudarte a escoger y a fluir con tu creatividad sabiendo todo lo que necesitas.
Antes de nada… ¿Existe una locura colectiva por el mundo del emprendimiento y las startups?
Efectivamente, parece que se ha generado una especie de locura colectiva en el mundo del emprendimiento y las startups que juega un papel fundamental en el fracaso de miles de emprendedores que montan sus startups sin ser conscientes de los riesgos que deben hacer frente.
Es como una especie de fiebre de oro por la que parece que solo nos fijamos en los unicornios, aquellas que facturan mil millones de dólares y aparecen en todos los medios de comunicación.
¡Eso es la excepción!
Debemos ser conscientes que la mayoría (cerca del 90% de las startups) fracasan.
Teniendo esto muy claro y regulando nuestras expectativas, vamos a ver los distintos tipos de emprendimiento:
Las startups
Podemos definir una startup como aquellas empresas emprendedoras que cuentan con un alto componente de innovación, empresas escalables en mercados grandes, con un alto potencial y un componente tecnológico.
Debido a la locura colectiva que comentábamos anteriormente, parece que solo exista esta forma de emprender, ¡pero existen otras!
Obviamente no todas las startups son iguales y encontramos muchas diferencias dependiendo del tipo de modelo de negocio que escojas. Pero podemos decir que las características comunes son las siguientes:
Tienen un alto riesgo: la probabilidad de fracaso es muy alta.
Son compañías escalables: deberás invertir mucho dinero pero, si te va bien, puedes crecer muchísimo.
Modelos complejos: suelen requerir construir un producto, necesitan mucha gente…
Tienen un potencial alto: cuando consigues que crezca mucho puedes llegar a venderla por millones y llega a cambiarte la vida.
Dentro del universo de las startups encontramos distintos modelos de negocio:
Marketplace
Los marketplace funcionan por la existencia de oferta y demanda (es decir, vendedores y compradores). Sería el caso de Wallapop, Airbnb, Glovo… Se trata de modelos realmente complejos y quizás los que albergan un mayor riesgo puesto que necesitan una enorme masa crítica de oferta y demanda para que, al conectarlos, empieces a generar valor.
Fíjate en el caso de la Nevera Roja. Necesita por un lado contar con una abundante oferta de restaurantes y por otro con muchos clientes. Porque sino el modelo carece de sentido, pues no aportas ningún valor. Por eso, hace falta mucho dinero para captar esta demanda a través del Marketing Digital y mucha fuerza comercial para captar oferta.
Además requiere mucho tiempo hasta lo consigas.
Son modelos con muchísimo riesgo. Eso sí, si consigues este network effect la empresa llegará a valer mucho dinero, pues habrás creado una barrera de entrada brutal.
Software as a Service (SaaS)
Sería el caso de productos de software, como Typeform por ejemplo, en el que captas usuarios con una cuota de adquisición concreta y los vas rentabilizando con cuotas recurrentes en el largo plazo. ¿La ventaja de este modelo de negocio? Que es predecible, por lo que no hay mucho riesgo. El inconveniente es que necesitas bastante dinero para empezar porque necesitas construir ese software e invertir en cada uno de los usuarios.
Modelos sin monitorización directa
Son aquellos que se monetizan con publicidad, esa especie de “comodín” de financiación. Sería el caso de un periódico digital. Estos son modelos de mucho riesgo puesto que, para monetizar mediante la publicidad, antes tienes que tener una base de usuarios enorme. De lo contrario, ¿quién será el anunciante dispuesto a invertir? Y para tener esa base de usuarios hace falta mucho, mucho dinero.
Modelos con monetización directa
Son aquellos modelos en los que compras de forma sistemática a los clientes y eso te permite financiar tu crecimiento. Sería el caso de ThePowerMBA. Con este modelo minimizas los riesgos porque no tienes tanta necesidad de financiarte.
Los ecommerce
El ecommerce es un tipo de emprendimiento muy habitual. Consiste en “crear una marca y vender online”. Son esas marcas de productos físicos como podrían ser relojes, cosméticos, gafas, ropa, accesorios… Son modelos relativamente sencillos a nivel de operaciones y requieren de poca inversión inicial. Puedes empezar creando una cuenta de Instagram, una web… Pero ¿cuáles son los retos y las dificultades de este tipo de emprendimiento?
No basta con saber del producto: en el ecommerce el producto es solo un commodity. Lo importante es que seas capaz de crear una marca que enamore y elaborar una estrategia de marketing potente. Piensa que hay muchos competidores y tienes que destacar.
Es difícil escalar de verdad: puede que llegues a tener una comunidad orgánica súper potente y vender te resulte especialmente sencillo. El reto aquí está en escalar, y eso sí que requiere una inversión importante. Por lo que muchos emprendedores se quedan en esta primera fase.
Los negocios tradicionales
Hablar de “negocios tradicionales” es quizás una agregación demasiado simplista. Es el caso de cuando entras en un sector tradicional y existente, como la hostelería, la belleza, la alimentación, los automóviles… Con una propuesta parecida a la de tus competidores, para la que, habitualmente, necesitas realizar una inversión inicial: para una fábrica, bodega, cadena inmobiliaria, restaurante...
Normalmente este tipo de modelos tienen poca innovación, aunque parte de un riesgo más bajo: ya existe una demanda asegurada.
Entonces, como decimos, el principal problema recae en la inversión inicial, que es mucho mayor que en otros modelos. Para financiarlo, cuentas con dos opciones:
Tienes el dinero: son tus recursos los que vas a poner a jugar.
Sales a buscarlo: para los negocios tradicionales suelen haber menos inversonres porque no tienen crecimientos exponenciales. Con lo que necesitarás endeudarte.
¿Son negocios con potencial? Depende del tamaño del mercado y, sobre todo, de tu ventaja competitiva: ¿eres un gran experto en un sector concreto? ¿Cuentas con una marca personal súper potente? Si no la tienes no te aconsejamos invertir en este tipo de emprendimiento.
Y es que, si quieres minimizar los riesgos, hacer algo que a otras personas les está yendo bien es una buena opción, siempre que seas capaz de hacerlo mucho mejor.
Los servicios
Antes de nada, hagamos un análisis de las diferentes ventajas e inconvenientes de vender productos y vender servicios.
Mientras que crear un producto es más escalable, puesto que creas un producto una vez y los ingresos van creciendo aumentando los márgenes, la escalabilidad es menor en los servicios porque los márgenes no crecen tanto (si aumentan los clientes necesitas más gente). Corres el riesgo en que se queden en “empresas de dueño”.
Por otro lado, crear un producto es mucho más complicado que ofrecer un servicio, donde al fin y al cabo estás vendiendo horas y es más fácil y rápido. Con los productos debes invertir mucho más.
Con los servicios podemos diferencias 4 niveles de riesgo:
1. Servicios One-to-one
Por el que ayudas a una persona que tiene una necesidad o problema concretos con tus conocimientos. Sería el caso de un consultor de marketing, un coach, un profesor de yoga… Solo requiere que tengas ciertos conocimientos y puedes empezar mañana mismo tirando de tu agenda para conseguir clientes. Es un modelo poco escalable, pero veamos cómo puedes hacerlo crecer.
2. One-to-many
También puedes ofrecer tus servicios a varias personas a la vez (sería el caso del coaching grupal, por ejemplo). En este caso, dedicas las mismas horas y ayudas a muchas personas, así el negocio es mucho más rentable.
3. Productos de formación
Si coges todo el conocimiento que has adquirido puedes crear un curso por ejemplo y eso te da unas oportunidades de escalar mucho mayores. Por supuesto es un modelo mucho más complejo para el que necesitarás invertir en marketing, por lo que lo interesante sería hacerlo de forma evolutiva.
4. Otros productos escalables
Del mismo modo, con todos tus conocimientos puedes crear otro tipo de producto, como una herramienta, de marketing por ejemplo y crear una especie de pago mensual. ¿Cómo suena?
Si nos preguntas por dónde es mejor empezar, nosotros te decimos que el camino más viable, el más lógico y en donde asumirás menores riesgos es este último: el de servicios.
Analizando estos tipos de emprendimiento seguro que has pod
¿Bucas algo en concreto?
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