Qué es y cómo medir la tasa de rebote sin dolores de cabeza

En el marketing digital existen muchos indicadores que te señalan cuál es la salud del proyecto en tiempo real. 

Uno de ellos, de los más importantes si me lo permites, es la tasa de rebote, una métrica que muestra parte del comportamiento que tienen los usuarios en tu web.

Y es que aprender a descifrar esta métrica es FUNDAMENTAL para optimizar tu página y conseguir más conversiones, así como estudiar los intereses de los usuarios y tomar así las mejores decisiones.

¿Quieres aprender a calcular la tasa de rebote sin morir en el intento? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la tasa de rebote?

La tasa de rebote es la métrica que muestra cuál es el comportamiento del usuario cuando entra en tu web. 

Concretamente, te muestra el porcentaje de visitantes que accedieron a tu página pero se marcharon sin realizar ninguna acción.

Puede que pienses que es una métrica “negativa”, pero ¡nada más lejos de la realidad! En toda web habrá tasa de rebote, pero lo ideal es que puedas reducirla al máximo para obtener la mayor cantidad de leads posibles.

¿Por qué es tan importante la tasa de rebote?

La tasa de rebote es una de las métricas fundamentales de cualquier negocio, porque te permite saber si tu web está consiguiendo los objetivos de marketing que has establecido y, en caso contrario, averiguar qué está fallando y optimizarlo al máximo para llegar tan lejos como quieras.

Porque cada página web tiene un objetivo concreto: dar a conocer el negocio, conseguir ventas, ser un punto de contacto con los consumidores, conseguir que los consumidores dejen sus datos, etc. Y la tasa de rebote te puede indicar qué tan lejos o cerca estás de alcanzarlo.  

Si tu web tiene una significativa tasa de rebote quiere decir que quizás el contenido no sea el adecuado, tiene una extensión que no corresponde a lo que el usuario quiere encontrar, el diseño es poco funcional-atractivo… 

Existen varios factores que influyen en la tasa de rebote de una web. 

Tu misión será lograr que el recorrido que hace el usuario sea de lo más sencillo y ameno posible para que cumpla con la acción que tú deseas, pensar bien en su experiencia como usuario (UX). 

¿Cómo se mide la tasa de rebote?

Medir la tasa de rebote es más sencillo de lo que parece, debes hacer la siguiente división: 

La cantidad de usuarios que abandonan la página sin interactuar entre el total de usuarios del sitio, multiplicado por 100.

Es decir, si tienes una web con 1.000 visitas y 400 lo abandonan sin interactuar, significa que tu tasa de rebote es del 40%. 

A partir de aquí puedes hacer los ajustes necesarios para reducir este porcentaje.

Cómo analizar la tasa de rebote

Bien, ahora que ya sabes cómo calcular la tasa de rebote, ¡necesitas ir un poco más allá! 

Porque este porcentaje no te explica el motivo por el que los usuarios abandonan tu página. 

Estos son algunos de los aspectos que debes tener en cuenta:

¿Has utilizado links de terceros?

Si has utilizado el linkbuilding como estrategia para aumentar tu posicionamiento en los buscadores, existe la posibilidad de que algunos enlaces te provean mayor tasa de rebote que otros. Es allí donde debes investigar el motivo, porque esto te quitará dinero día a día. 

Aquí puedes ver la información sobre ese sitio y analizar a profundidad el call to action. Tal vez no es del todo claro o el sitio no está dirigido al público adecuado.  

¿Has hecho un keyword research efectivo?

Analiza en profundidad si las palabras claves que has escogido responden a la intención de búsqueda real de tus usuarios, tanto de forma orgánica como de pago. 

A fin de cuentas, una keyword dirigida a tu público ideal reducirá de manera significativa la tasa de rebote de la web.

¿Cuáles son tus páginas más visitadas?

Cuando analices la tasa de rebote te darás cuenta de que hay páginas en tu web que tienen mucho tráfico pero que también tienen una tasa muy alta. 

Esto es un verdadero problema, porque significa que la conversión es más baja de lo que debería y podría reducir la rentabilidad del negocio.

Aquí puedes estudiar la calidad del contenido y si los call to action de verdad invitan al usuario a realizar una acción.

4 Formas de reducir la tasa de rebote de tu web

Ya has visto la importancia de la tasa de rebote y cómo afecta las ganancias de la empresa a corto, mediano y largo plazo. 

Ahora veamos cómo puedes reducir esta tasa para que tu estrategia de marketing sea más efectiva con los siguientes consejos:

1. Crea una estructura ideal para tus contenidos

La estructura es fundamental para mejorar el posicionamiento en los buscadores, la legibilidad y reducir la tasa de rebote. 

Los encabezados y subtítulos deben ser legibles y fáciles de entender, además de que es importante que respondan a lo que podría preguntarse el usuario en el momento de acceder a tu web. 

Todo tiene una razón de ser. 

Un consejo extra: evita que los párrafos de tus textos superen las seis líneas, expresa una idea por párrafo y asegúrate de echar un ojo a su apariencia en dispositivos móviles o tablets.

2. Apóyate en los enlaces internos

Una buena idea para aumentar la interacción en tu web es colocar enlaces internos que redirijan a contenidos específicos que resuelvan alguna duda en el usuario o que complementen la información que acabas de ofrecer. 

3. Coloca Call To Actions efectivos

Las llamadas a la acción se colocan en sitios específicos y estratégicos para incentivar al usuario a que realice una determinada acción.

Como por ejemplo la descarga de un material, registrarse en una base de datos, comentar y compartir una publicación en redes sociales, comprar una formación…  

4. Invita a los usuarios a interactuar con el contenido

Si tu sitio web tiene entradas en el blog, es importante que el contenido que ya existe en las páginas estáticas (Home, servicios, about…) invita también al usuario a interactuar con el contenido que has preparado para resolver sus inquietudes. 

Y eso lo puedes conseguir apoyándote en secciones como: «Te podría interesar». 

La creatividad es toda tuya. 

Como ves, la tasa de rebote es una métrica fundamental para cualquier ecosistema digital, así que debes tenerla presente para optimizar tu sitio.